La autoestima se construye desde la infancia y a lo largo de toda la vida. En los niños, concretamente, surge del intercambio con sus adultos (padres y docentes) y sus pares. Existen dinámicas de autoestima infantil que constituyen valiosos recursos que pueden ser de mucha utilidad para motivar la autovaloración positiva en los pequeños. ¿Te animas a incorporarlos a tu día a día con tus hijos o alumnos? Si te apasiona este ámbito, no pierdas la oportunidad de estudiar psicología infantil con nosotros. No te pierdas nuestra doble titulación de máster en psicología infantil. Pide información sin compromiso ahora y sigue leyendo.
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Dinámicas de autoestima infantil: una herramienta para el aula y el hogar
Un niño que acrecienta su autoestima será un adulto con altas probabilidades de alcanzar aquello que se proponga, creerá en sí mismo y se animará siempre a más. Para ello, resulta imprescindible incentivar el autoconcepto positivo desde la infancia. Es decir, estar atento sobre lo que los niños se dicen sobre ellos mismos. Presta atención a estas buenas ideas para promover la autoestima infantil e impleméntalas en tu casa o en el cole.
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Yo soy
Es un ejercicio bastante simple que refuerza las cualidades positivas de un pequeño. Consiste en solicitarle que escriba en un papel una lista de adjetivos que le describan. También aquellas cosas que otros (maestros, abuelos, amigos) dicen de él o de ella. En otro papel se pega una fotografía de este niño o niña y se le pide que transcriba únicamente las características positivas.
Ese papel podrá permanecer colgado en su habitación o pegado con imanes en la puerta de la nevera. Es un sencillo modo de destacar los caracteres del peque, los más loables. Así, él o ella se familiarizará con sus aspectos más sobresalientes y aprenderá a valorarse.
Mis logros y aciertos
Otra dinámica muy efectiva a la hora de fortalecer el autoconcepto en los niños radica en enfatizar los logros que han obtenido hasta ahora. Para ello, en el momento de acostarse, verbalmente o de manera escrita, resulta conveniente rememorar junto al pequeño aquellas metas que ha alcanzado: animarse a subir al columpio, nadar sin manguitos, quedarse a dormir en casa de los abuelos, etc. Procura no asociar los logros a las calificaciones en la escuela, ya que puede que no tenga notas brillantes. Debes enfatizar en el hecho de que para su edad ha superado muchos retos.
La niña o niño conciliará el sueño pensando en esas cosas que ha logrado. En el aula también es un excelente recurso para que los niños tomen plena consciencia de que, pese a su corta edad, han superado muchos obstáculos que merecen ser reconocidos y valorados.
¿Qué puedes decir acerca de mí?
Es un ejercicio para realizar en grupo, ya sea en casa o dentro del aula. Sentados formando un círculo, los niños sacan un papel de una bolsa o recipiente que contiene papeles con los nombres de cada uno de los pequeños presentes. Quien saca un papel tiene que decir algo positivo sobre aquel cuyo nombre figura escrito. Es increíble cómo un niño se sorprende al percatarse de que un compañero, amigo o hermano destaca sobre él o ella una cualidad que tal vez no creía tener. Es una forma de recordar a un niño o niña los dones o potencialidades que posee y que puede desarrollar.
Cambia tu mundo
Es una dinámica de visualización que consiste en modificar algo del mundo del niño que le genera conflicto y que le despierta miedos y dudas. Por ejemplo, quedarse en la guardería, permanecer un rato al cuidado de otra persona distinta a mamá o papá, sumergirse en una piscina, etcétera. El adulto debe proveerle visualmente de la escena tan temida. El pequeño o pequeña puede estar con los ojos cerrados. Los padres o maestros deberán ayudar a su hijo o alumno a expresar los sentimientos y emociones asociados a esa escena.
Y para que pueda enfrentarla, al menos, en su pensamiento, recordarle los recursos o herramientas que él o ella posee para hacerlo. Por ejemplo, «sufres cuando mamá te deja en la guarde, pero te lo pasas genial allí. Tienes a tus amigos esperándote para jugar. Todos valoran lo bien que construyes bloques y que eres el primero en recoger las cosas a la hora de ordenar. La guarde es un sitio donde te sientes a gusto. Deberías saber que tras un rato pasándotelo de maravillas, mamá, papá o el abuelo vendrán a recogerte sin problema». Es un ejercicio útil para demostrar al niño o niña que aquello a lo que teme no es insuperable.
Escribe tu propia historia
Los peques suelen amar escuchar y contar cuentos. Les encanta conocer a personajes curiosos y superhéroes con poderes. Entonces ¿qué tal si le propones a tu hijo o alumno encarnar al protagonista de una de sus historias favoritas? Puede ser una actividad que se haga cada cierto tiempo y a intervalos. Necesitarán papel, lápices y papeles de colores, adhesivo vinílico y fotografías del niño o niña protagonista. El adulto debe guiar al niño para que su relato sea coherente y fácil de leer, con una introducción, un nudo narrativo y un final, a ser posible, feliz.
Lo más importante es que el niño pueda reconocer sus propias virtudes para poder armar al personaje en cuestión. Por ejemplo, «esta es la historia de Juanito. A Juanito le gusta jugar y saltar. Le encanta ir al parque y correr sin parar. Es fan de Peppa Pig y de la Patrulla Canina. Cuida mucho a su hermanita menor, tiene mucha paciencia con ella, aunque esta le rompa sus juguetes». El cuento resultante reforzará en esa criatura sus virtudes y dones y contribuirá a que se apropie de ellas y las viva en su día a día. De esta manera, él o ella será su propio superhéroe o heroína de historias maravillosas que le despertarán deseos de escuchar y de contar a otros.
Como ves, estas dinámicas de autoestima te ayudarán a motivar en tus peques la importancia de autoevaluarse de una manera realista y lograrán un sano equilibrio entre la autoexigencia y el conformismo. Ojalá te resulten de utilidad en lo cotidiano.
La psicología infantil, clave
En el ámbito del fomento de la autoestima, la psicología infantil es clave. En muchos casos, ayudar a un niño con problemas de autoestima no es fácil. Por un lado, se necesita tener una formación específica en el sector para diseñar una terapia efectiva y personalizada. Por otro, los profesionales o personas formadas en materia, pueden indicar otros problemas con la misma raíz: la baja autoestima o la poca confianza propia.
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