Debido a la pandemia, la profesión de psicólogo ha sufrido un gran auge. La salud mental está dejando de ser un tabú, convirtiéndose en una prioridad para muchas personas. Ahora bien, trabajar como psicólogo no se limita únicamente a contar con una formación académica sólida. El centro de esta profesión son las personas que buscan mejorar su salud mental, por lo que la actuación de un psicólogo tendrá mayor o menor afectación en ellas. Y por ello, la ética profesional del psicólogo es de suma importancia, ya que integra una serie de valores y consideraciones éticas que deben tenerse en cuenta diariamente en el ejercicio de este trabajo.
Así pues, en este post vamos a explicarte el decálogo de valores éticos que debe respetar cualquier profesional de la psicología. Y recuerda que en Esneca contamos con una amplia oferta en cursos y másters de psicología para que puedas ampliar tus conocimientos en este ámbito.
Índice de contenidos
- 1 Principios de la ética profesional del psicólogo
- 1.1 Cumplir con el principio de beneficiencia
- 1.2 El paciente, el centro de esta profesión
- 1.3 No juzgar al paciente
- 1.4 Respetar la confidencialidad del paciente
- 1.5 Respetar la autonomía del paciente
- 1.6 Reconocer los límites como profesional
- 1.7 Trabajar con absoluta objetividad
- 1.8 El bienestar del paciente, una obligación
- 1.9 Formación y actualización constantes
- 1.10 Respeto por la profesión
Principios de la ética profesional del psicólogo
Al igual que en muchas profesiones, el trabajo del psicólogo se basa en un decálogo de valores éticos. Concretamente, encontramos 10 principios de la ética profesional del psicólogo. Por lo que, si tienes pensado dedicarte a este ámbito profesional en el futuro, aquí te enumeramos y explicamos los valores que rigen este campo laboral. Toma nota.
Cumplir con el principio de beneficiencia
El trabajo de cualquier psicólogo, independientemente de su área de especialización, debe centrarse en encontrar el máximo bienestar para su paciente. Se tiene la obligación de buscar el mayor beneficio para su salud mental, ayudando en la medida de lo posible.
Si bien es cierto que hay casos en los que se requiere aplicar técnicas o procesos que pueden hacer sufrir emocionalmente al paciente, las actuaciones siempre deben centrarse en que aportarán unos beneficios mayores al padecimiento sentido.
Así pues, ayudar a buscar el bienestar a los pacientes es el pilar principal de esta profesión.
El paciente, el centro de esta profesión
Aunque parezca obvio, el psicólogo trata con personas que buscan ayuda, por lo que deben sentirse atendidas, comprendidas y sin ser juzgadas. El decálogo de valores éticos establece que no se debe subestimar o rebajar el sufrimiento del paciente y todo lo que es importante para él o ella. De ser así, la relación especialista-paciente y la adherencia a tratamientos o terapias se verán afectadas negativamente.
No juzgar al paciente
Abrirse a otras personas a nivel emocional no es fácil. En cada consulta, los pacientes confían en el psicólogo cualquier miedo, inquietud o experiencia que deben ser respetadas, aunque algunas difieran del pensamiento propio. En caso de no ser capaz de encontrar una manera para ayudar al bienestar del paciente, el psicólogo puede derivarlo a otro profesional.
Respetar la confidencialidad del paciente
Toda información facilitada por el usuario debe ser totalmente confidencial, salvo por decreto judicial o en caso de peligro grave para la integridad propia y ajena. En muchas ocasiones, el usuario no comparte dicha información con nadie más salvo con el psicólogo, ya que quiere de su ayuda.
En caso de utilizar la información para fines científicos, formación, investigación o comunicación con otros especialistas, el paciente deberá dar su consentimiento.
Respetar la autonomía del paciente
El código ético del psicólogo establece que no debe forzarse a un paciente a ciertas actuaciones, técnicas o intervenciones en las que no esté de acuerdo. Se le puede ayudar a tomar una decisión u otra, pero la decisión final siempre la tendrá el usuario.
Reconocer los límites como profesional
Aunque se cuente con experiencia y una formación sólida, como profesional de la psicología es necesario ser honesto y reconocer hasta dónde se puede llegar, según el caso de cada cliente. Si la situación sobrepasa los conocimientos de uno mismo, es necesario derivar al paciente a otro profesional especializado.
Trabajar con absoluta objetividad
Otro de los principios de la ética profesional del psicólogo es la objetividad. Los gustos, creencias y valores del psicólogo no deben influir en ningún momento en su trabajo. Su profesión se debe desarrollar siempre desde un punto de vista objetivo, poniéndose en el lugar del cliente para comprenderlo y poder ayudarle.
El bienestar del paciente, una obligación
Como se ha mencionado anteriormente, el principio ético más importante de un psicólogo es ofrecer el mayor bienestar al paciente, quien acude a la consulta en busca de ayuda.
Así pues, un buen psicólogo no ejerce esta profesión por motivos económicos, por reforzar su ego o por resolver sus carencias personales.
Formación y actualización constantes
Al igual que en otras disciplinas, la psicología es un ámbito que está en constante evolución. Y si bien es cierto que requiere de unos conocimientos base sólidos, los psicólogos también deben estar al corriente de los avances, estudios y nuevas técnicas que surjan. De esta manera, se podrá ofrecer un servicio de mayor calidad a los pacientes, pudiendo emplear técnicas más eficaces y personalizadas.
Respeto por la profesión
Finalmente, el trabajo de un psicólogo tiene muchas repercusiones en las vidas de sus pacientes. Este sector profesional trabaja duro para ayudar a los demás, haciendo que puedan mejorar en diferentes aspectos de sus vidas. Así pues, como profesional de la psicología, debe respetar su profesión y evitar dañarla lo máximo posible.