La escritura automática es una técnica ampliamente utilizada para superar el bloqueo del escritor y ayudarnos a sacar nuevas ideas. Consiste, básicamente, en escribir sin pensar. ¿Quieres saber cómo utilizar esta herramienta de la forma más eficiente? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta técnica y cómo llevarla a cabo; ¡quédate con nosotros!
Índice de contenidos
¿Qué es la escritura automática?
La escritura automática es una técnica que consiste en escribir sin pensar, sin censurar, sin juzgar. Para practicarla, podemos poner un cronómetro, generalmente de entre 10 y 15 minutos, y ponernos a escribir sin parar. Lo ideal es dejar salir todo lo que te pase por nuestra cabeza; no importa si es bueno, malo, si tiene sentido o si no.
La finalidad de la escritura automatizada es ayudarnos a vencer el miedo a la hoja en blanco y superar el conocido como bloqueo del escritor. Al redactar sin pausas todo lo que se nos pasa por la cabeza podemos avanzar y salir de este bache creativo en el que estamos atrapados.
Beneficios de practicarla
Practicar la escritura automática puede reportarnos una amplia variedad de beneficios:
- Superar el bloqueo del escritor.
- Afrontar el miedo a la página en blanco.
- Dejar salir pensamientos y sentimientos incómodos.
- Descubrir nuevas ideas.
- Explorar conceptos complejos.
- Encontrar la inspiración para otras historias.
- Conocernos mejor a nosotros mismos.
- Sentar las bases para un hábito de escritura diario.
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Cómo surge la escritura automática
El uso literario de la escritura automática surgió con las vanguardias del siglo XX. Esta técnica o movimiento se enmarca en el surrealismo y estaba muy influenciada por las teorías psicoanalíticas y freudianas, enfocadas en aquel momento en analizar cómo funciona el inconsciente.
En este sentido, este ejercicio literario se situó como una técnica para hacer salir nuestro inconsciente. Demostró que se puede utilizar el arte para expresar los sueños, los deseos ocultos, las fantasías y las ideas complejas. Su máximo exponente fue André Bretón (1896-1966), cuya obra perseguía un objetivo: vincular sus escritos con el subconsciente y lo onírico como una manera de expresar su verdadero ‘yo’. La idea era obtener una obra que no estuviera controlada por la razón, la estética y la moral de la época.
Ejemplos de escritura automática
El ejemplo de escritura automática más claro lo encontramos, cómo decíamos, en André Bretón, su máximo defensor. Este escribió el Primer manifiesto del surrealismo y detalló cómo poner en práctica esta técnica:
“Haced que os traigan recado de escribir, tras haberos instalado en el lugar más favorable para la concentración de vuestro espíritu en sí mismo. Colocaos en el estado más pasivo o receptivo que podáis. Haced abstracción de vuestro genio, de vuestro talento y del talento de los demás. Repetid para vosotros mismos que la literatura es el más miserable camino que conduce a todo. Escribid aprisa, sin tema pensado de antemano; lo bastante aprisa para no recordar y no veros tentados a releer lo escrito. La primera frase vendrá por sí sola, tan cierto. es que en cada segundo hay una frase, extraña a nuestro pensamiento consciente, que está pidiendo exteriorizarse.”
A grandes rasgos, y resumiendo las indicaciones de Bretón, para practicar la escritura automática paso a paso debemos:
- Situarnos en un lugar cómodo y sin distracciones.
- Apagar el teléfono y no entrar en las redes sociales.
- Respirar profundamente para relajarnos.
- Dejar que nuestra mente fluya.
- Escribir de manera espontánea todo aquello que se nos ocurra.
- No repasar, no releer.
- Si ves que estás dirigiendo tus pensamientos, párate y da un giro en el ejercicios.
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