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La depilación láser es un método popular y efectivo para la eliminación del vello no deseado, pero, ¿se puede hacer láser en verano? Aunque existen muchos mitos y desinformación acerca de este tratamiento, sí que es cierto que hay que tener en cuenta algunas consideraciones. Hoy te respondemos a la pregunta: ¡sigue leyendo!

¿Se puede hacer láser en verano?

Sí, se puede hacer láser en verano. Es necesario tomar precauciones adicionales para minimizar los riesgos y asegurar la eficacia del tratamiento. El principal desafío, en este sentido, es la mayor exposición al sol típica de esta época del año, lo que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios como la hiperpigmentación o las quemaduras.

En este sentido, algunos factores que hay que considerar a la hora de decidirse por seguir el tratamiento láser en verano incluyen:

  • Tipo de piel. Las personas con piel más oscuras son más susceptibles a la hiperpigmentación post-inflamatoria y otras complicaciones.
  • Exposición al sol. Hay que evitarla y usar protector solar de medio espectro para proteger la piel tratada,
  • Área a tratar. Las áreas que están más expuestas al sol pueden requerir precauciones adicionales.
  • Tipo de láser. Algunos láseres son más adecuados para pieles bronceadas o más oscuras y pueden minimizar los riesgos asociados con la exposición al sol.
  • Frecuencia de las sesiones. Durante el verano, es posible que se necesite ajusta el calendario de tratamientos para evitar la exposición al sol y permitir una curación adecuada entre sesiones.

Riesgos del láser en verano

Aunque puede hacerse, sigue siendo necesario tener en cuenta los riesgos y complicaciones del láser en verano.

Hiperpigmentación

Es uno de los riesgos más comunes. La exposición al sol puede estimular la producción de melanina, lo que puede llevar a la aparición de manchas oscuras en las áreas tratadas. Para minimizar este riesgo, es fundamental evitar la exposición al sol antes y después del tratamiento y utilizar protector solar de alto SPF.

Quemaduras

Las quemaduras son otro riesgo potencial, especialmente si la piel esta bronceada o expuesta recientemente al sol. La piel bronceada puede absorber más energía del láser, lo que aumenta el riesgo de quemaduras y ampollas. Es crucial informar al especialista sobre cualquier exposición al sol reciente y seguir sus recomendaciones para evitar quemaduras.

Reacciones cutáneas

Las reacciones cutáneas como enrojecimiento, inflamación y picazón son comunes después de los tratamientos láser, pero pueden ser más pronunciadas en verano debido al calor y la sudoración. Es importante mantener la piel fresca y seca, y seguir las instrucciones de cuidado post-tratamiento para minimizar estas reacciones.

Infecciones

El calor y la humedad del verano pueden aumentar el riesgo de infecciones en la piel tratada. Mantener una buena higiene y evitar el contacto con superficies sucias puede ayudar a prevenir infecciones. Si se observa algún signo, como enrojecimiento persistente, dolor o secreción, es importante buscar atención médica de inmediato.

Eficacia reducida

La eficacia de los tratamientos láser puede verse afectada si no se siguen las recomendaciones adecuadas. La exposición al sol pueden interferir en los resultados del tratamiento y requerir más sesiones para lograr los resultados deseados. Es crucial seguir las instrucciones del especialista y programar las sesiones adecuadamente para maximizar la eficacia del tratamiento.

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