El trabajo por objetivos es una metodología cada vez más adoptada en el ámbito laboral moderno. Permite a las organizaciones y empleados enfocarse en resultados específicos y medibles, algo que no sólo mejora la productividad, sino que también fomenta un mayor compromiso y satisfacción entre los empleados. ¿Quieres saber cómo ponerlo en práctica y sacarle el máximo partido? ¡Sigue leyendo!
Índice de contenidos
¿Qué es trabajar en base a objetivos?
Trabajar en base a objetivos, también conocido como gestión por objetivos, (MBO, por sus siglas en inglés), es un enfoque de gestión en el que los empleados y sus supervisores establecen y acuerdan objetivos específicos y medibles que deben alcanzarse en un período determinado. Estos objetivos se alinean con las metas generales de la organización, asegurando que todos los esfuerzos individuales contribuyan al éxito colectivo.
Los objetivos pueden variar en naturaleza, desde metas de rendimiento individual hasta objetivos de equipo o de proyecto. La clave es que estos objetivos sean claros, específicos medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido (SMART). Al establecer estos objetivos, los empleados tienen una comprensión clara de lo que se espera de ellos y cómo su trabajo contribuye al éxito de la organización.
Conoce qué son los objetivos SMART y cómo aplicarlos.
¿Qué es un contrato por objetivos?
Un contrato por objetivos es un acuerdo formal entre un empleador y un empleado en el que se definen los objetivos que deben alcanzarse dentro de un período concreto. Este tipo de contrato detalla las metas a cumplir, los plazos, los recursos disponibles y, en muchas ocasiones, las recompensas o incentivos que se asocian con la consecución de dichos objetivos.
Para hacer un contrato por objetivos es necesario seguir los principios SMART, que permiten concretar y fijar las condiciones específicas para considerar un objetivo cumplido. El uso de este tipo de contratos puede ser beneficioso para ambas partes, puesto que proporciona una estructura clara y un enfoque a resultados específicos, lo que fomenta la responsabilidad y el compromiso.
¿Cómo es el trabajo por objetivos?
El trabajo por objetivos implica un proceso continuo de establecimiento, seguimiento y evaluación de metas. Estas son sus principales características:
- Establecimiento de objetivos. Se definen con claridad cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar, de acuerdo con la regla SMART.
- Planificación y asignación de recursos. Se planifican las acciones que serán necesarias para alcanzar los objetivos y asignar los recursos necesarios.
- Seguimiento. Puede incluir reuniones regulares de revisión, informes de progreso y ajustes en las estrategias según sea necesario.
- Evaluación y retroalimentación. Al final del período establecido, se evalúa el desempeño en función de los objetivos logrados y se proporciona una retroalimentación constructiva para mejorar y crecer.
- Recompensas y reconocimiento. Los logros alcanzados deben reconocerse y recompensarse. Una buena idea pueden incluir bonificaciones, promociones u otros incentivos.
¿Cuáles son los pasos para trabajar por objetivos?
Implementar un sistema efectivo de trabajo por objetivos requiere de una serie de pasos bien definido. Veamos cuáles son y cómo implementarlos correctamente:
Definir los objetivos
El primer paso es determinar cuál es la visión de la empresa y los objetivos estratégicos que se quieren conseguir. Las metas a largo plazo van a servir como base para definir cuáles serán las tareas y objetivos específicos de los empleados.
Establecer objetivos individuales y grupales
En función de cuáles sean los objetivos estratégicos, se establecen objetivos específicos para individuos, por un lado, y para equipos, por el otro. Es importante que estos objetivos sean SMART para asegurar su claridad y posibilidad de conseguirlo.
Desarrollar un plan de acción
Se elabora un plan de acción detallado para describir las actividades y tareas que habrá que hacer para cumplir con las metas pautadas. Este plan también deberá incluir aquellos recursos con los que se contará y los apoyos que serán necesarios para lograrlo.
Asignar responsabilidades
Se asignan responsabilidades específicas a cada miembro del equipo para asegurar que todos sepan qué es lo que se espera de ellos. A través de esta asignación de tareas, cada miembro comprende cómo su trabajo contribuye a los objetivos generales.
Monitorear y ajustar el progreso
Se establece un sistema de seguimiento para monitorear el progreso hacia los objetivos. Este paso puede incluir reuniones regulares de revisión, herramientas de gestión de proyecto y cualquier otra técnica que se adapte con los objetivos y necesidades del equipo.
Retroalimentación y apoyo
Es importante proporcionar retroalimentación y apoyo. A lo largo del proceso, esto permite mantenerse enfocados y motivados a todos los miembros del equipo. De hecho, seguramente sea uno de los pasos más importantes para garantizar que todos están comprometidos con la meta.
Evaluación y recompensa
Al final del período que se haya establecido en el plan de acción, se evalúa el desempeño de acuerdo con los objetivos alcanzados. En este paso, se reconocen los logros y se recompensan adecuadamente.
Este proceso es básico para potenciar los resultados y permite motivar más a los empleados. Esto se debe a que tienen metas claras y específicas por cumplir y pueden trabajar por objetivos, algo que fomenta la motivación. ¿Te gustaría aprender más técnicas para ello?
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