¿Sabes cómo afecta el otoño a las personas? Es una estación de transición que trae consigo una serie de cambios ambientales que afectan tanto el cuerpo como las emociones. A medida que los días se acortan y descienden las temperaturas, muchas personas experimentan una variedad de efectos físicos y emocionales. Por lo general, no suele ser un problema, pero puede influir en aquellas personas con problemas de salud mental previos como la ansiedad o la depresión.
Hoy te contamos cuáles son los efectos de esta estación en la salud física y cómo se sienten las personas durante el otoño para que entiendas mejor cómo preparar y prevenir la aparición de trastornos de salud mental. ¡Vamos a ello!
Índice de contenidos
¿Qué le pasa al cuerpo en otoño?
El cuerpo humano puede experimentar varios cambios durante el otoño debido a las variaciones en la luz solar, la temperatura y otros factores ambientales.
Cambios en el ritmo circadiano
La reducción de la luz solar afecta al ritmo circadiano, que regula el ciclo de sueño y vigilia. Menos luz solar puede llevar a una producción reducida de melatonina, la hormona responsable del sueño, lo que puede causar somnolencia diurna y dificultades para dormir por la noche.
Disminución de la vitamina D
La exposición reducida a la luz solar también puede disminuir la producción de vitamina D en el cuerpo, esencial para la salud ósea y el funcionamiento del sistema inmunológico. Una deficiencia de esta vitamina puede aumentar el riesgo de infecciones y afectar el estado de ánimo.
Cambios en el apetito
Es común que las personas sientan antojos de alimentos más calóricos y reconfortantes durante el otoño. Esto puede traer consigo un aumento de peso, aunque con un control adecuado de la alimentación y una dieta equilibrada, no suele ser un problema grave. En caso de que esto afecte a la autoestima y percepción de una persona, es importante entender que se trata de un proceso normal y que afecta a todos.
Adaptación al frío
A medida que descienden las temperaturas el cuerpo necesita adaptarse al frío, lo que resulta en una mayor sensibilidad a las bajas temperaturas y en la necesidad de abrigarse más. La circulación sanguínea también puede cambiar, lo que a veces causa que las extremidades se sientan frías.
Problemas respiratorios
Las vías respiratorias se pueden irritar con el aire más frío y seco del otoño, especialmente en personas con afecciones preexistentes como el asma. Además, la caída de las hojas puede aumentar los niveles de alérgenos en el aire, empeorando las alergias estacionales.
Puedes conocer más acerca de cómo funciona el ritmo circadiano en este blog y profundizar en tus conocimientos.
Cómo afecta el otoño a las personas emocionalmente
El otoño no solo afecta al cuerpo a nivel físico, sino que hay que considerar cómo afecta el otoño a las personas a nivel emocional. Esto toma especial relevancia sobre todo en aquellas personas que sufren de ansiedad y depresión, puesto que esta época del año puede agravar sus síntomas. Veámoslo.
Trastorno Afectivo Estacional (TAE)
Es una de las afecciones más comunes asociadas con el otoño. Se trata de una forma de depresión que ocurre en ciertos momentos del año, generalmente en otoño e invierno. Los síntomas del trastorno afectivo estacional incluyen:
- Tristeza.
- Pérdida de interés en actividades.
- Cambios en el apetito.
- Cambios en el sueño.
- Fatiga.
Uno de los factores que más contribuye a la aparición del TAE es la disminución de la luz solar. Por ello, para combatirlo puede ser útil salir a dar paseos bajo el Sol en las horas en las que haya más luz.
Cambios en el estado de ánimo
Las variaciones en la luz solar y el clima pueden afectar los niveles de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo. Una disminución en la serotonina puede contribuir a sentimientos de tristeza y letargo. Además, el cambio de estación puede interrumpir la rutina diaria, lo que puede afectar al estado de ánimo.
Aumento del estrés
A menudo, el otoño marca el regreso a la escuela y el trabajo después de las vacaciones de verano, lo que contribuye a aumentar los niveles de estrés. La necesidad de adaptarse a nuevas rutinas y responsabilidades puede ser abrumadora para algunas personas.
Sensación de nostalgia
Muchas personas asocian esta estación con recuerdos pasados y transiciones. Este sentimiento puede ser positivo para algunos, aunque para quiénes cuentan con problemas de salud mental previos, como la ansiedad o la depresión, puede ser un problema puesto que intensifica los sentimientos de melancolía y tristeza.
Es por estos motivos que desde el ámbito de la psicología hay que considerar cómo la época del año puede afectar a la salud mental. Entender todo lo que rodea al paciente y apostar por un enfoque holístico es clave a la hora de diseñar un abordaje efectivo y contribuir a su bienestar emocional.
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