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La obesidad infantil en España ha aumentado en los últimos años. Factores como hábitos de vida sedentarios, cambios en los hábitos alimenticios y la situación socioeconómica de las familias juegan un papel clave a la hora de expandir esta enfermedad. Hoy te contamos más acerca de cuál es la incidencia entre la población más joven y qué abordaje emplean los nutricionistas para frenar su avance. ¡No te lo pierdas!

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¿Qué es la obesidad infantil según la OMS?

La obesidad infantil, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud de los niños. Este trastorno se mide comúnmente utilizando el índice de masa corporal (IMC) ajustado por edad y sexo, y se considera un problema de salud pública debido a su impacto a corto y largo plazo en el bienestar físico y emocional de los menores.

La OMS señala que la obesidad infantil no solo es el resultado de una ingesta calórica excesiva, sino también de una combinación de factores genéticos, ambientales y sociales. La exposición a alimentos ultraprocesados, la falta de actividad física y el tiempo excesivo frente a pantallas son algunos de los principales desencadenantes. Además, la obesidad infantil está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión y problemas cardiovasculares en la edad adulta.

Combatir la obesidad infantil es una prioridad para los sistemas de salud en todo el mundo. La OMS recomienda intervenciones integrales que incluyan la promoción de hábitos alimenticios saludables, la actividad física regular y la sensibilización de las familias sobre la importancia de un estilo de vida equilibrado.

¿Cuál es el porcentaje de niños con sobrepeso?

El porcentaje de niños con sobrepeso ha aumentado de manera alarmante en las últimas décadas, convirtiéndose en una de las principales preocupaciones de salud pública. Según datos de la OMS, en 2023 aproximadamente el 39% de los niños entre 5 y 19 años en todo el mundo tenían sobrepeso, y una proporción significativa de ellos presentaba obesidad.

En Europa, las cifras son igualmente preocupantes. Un informe reciente del European Childhood Obesity Surveillance Initiative (COSI) indica que cerca del 30% de los niños europeos tienen un peso superior al recomendado para su edad y altura. Este aumento está estrechamente relacionado con cambios en los patrones alimenticios, como el consumo excesivo de alimentos ricos en azúcares y grasas, y la disminución de la actividad física debido al estilo de vida sedentario.

El sobrepeso en la infancia no solo afecta la salud física, sino también el bienestar emocional. Los niños con sobrepeso son más propensos a experimentar problemas como baja autoestima, ansiedad y exclusión social. Estas consecuencias subrayan la necesidad de tomar medidas preventivas y correctivas desde edades tempranas.

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¿Cuál es el índice de obesidad infantil en España?

En España, la obesidad infantil es un problema creciente que ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años. Según el estudio ALADINO (Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad) realizado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), alrededor del 40,6% de los niños entre 6 y 9 años tienen sobrepeso u obesidad. De este porcentaje, aproximadamente el 23,3% presenta sobrepeso y el 17,3%, obesidad.

Estas cifras posicionan a España como uno de los países europeos con mayores tasas de obesidad infantil. Las diferencias regionales también son notables, con tasas más elevadas en comunidades autónomas del sur, como Andalucía y Murcia, con comparación con regiones del norte, como el País Vasco y Navarra.

El aumento de la obesidad infantil en España está relacionado con diversos factores, como el cambio en los hábitos alimenticios, el consumo de alimentos ultraprocesados, la disminución de la actividad física y el aumento del tiempo dedicado a actividades sedentarias como ver televisión o jugar videojuegos. Además, la situación socioeconómica de las familias juega un papel crucial, ya que las familias con menos recursos suelen tener un acceso limitado a alimentos saludables y a actividades deportivas.

El impacto de la obesidad infantil en España no solo se refleja en la salud de los niños, sino también en el sistema sanitario, que enfrenta un aumento en la demanda de tratamientos relacionados con enfermedades asociadas a la obesidad.

Estos son los 10 beneficios de una alimentación saludable. Una dieta equilibrada no es solo para combatir enfermedades, sino también para potenciar el bienestar físico, mental y emocional.

Cómo tratan los nutricionistas la obesidad en niños

El tratamiento de la obesidad infantil requiere un enfoque multidisciplinario, en el que los nutricionistas desempeñan un papel clave. Estos profesionales trabajan para abordar el problema desde una perspectiva integral, considerando tanto los aspectos físicos como los emocionales del niño y su entorno familiar.

Evaluación inicial

El primer paso en el tratamiento de la obesidad infantil es realizar una evaluación completa del estado de salud del niño. Esto incluye medir el índice de masa corporal (IMC), analizar los hábitos alimenticios y evaluar el nivel de actividad física. También se tienen en cuenta factores emocionales y sociales, como el estrés, la autoestima y las dinámicas familiares, que pueden influir en los patrones de alimentación y comportamiento del niño.

Diseño de un plan nutricional personalizado

Una vez realizada la evaluación, el nutricionista elabora un plan nutricional adaptado a las necesidades del niño. Este plan incluye:

  • Incorporar alimentos saludables. Se fomenta el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y lácteos bajos en grasa.
  • Reducción de alimentos ultraprocesados. Se limita el consumo de alimentos ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio.
  • Educación nutricional. Tanto el niño como su familia reciben orientación sobre cómo elegir alimentos saludables y equilibrar las porciones.

Promoción de la actividad física

Además de mejorar la alimentación, los nutricionistas trabajan en conjunto con otros profesionales para fomentar la actividad física regular. Se recomienda que los niños realicen al menos 60 minutos de actividad física moderada a intensa al día, como juegos al aire libre, deporte o ejercicios adaptados a su edad y condición física.

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Enfoque en la educación familiar

El entorno familiar es fundamental para el éxito del tratamiento. Los nutricionistas colaboran con los padres para implementar cambios sostenibles en los hábitos alimenticios del hogar. Esto incluye cocinar en casa, establecer horarios regulares para las comidas y evitar el uso de alimentos como recompensa o castigo.

Seguimiento y ajustes

El tratamiento de la obesidad infantil es un proceso continuo que requiere seguimiento regular. Los nutricionistas monitorean el progreso del niño, ajustan el plan según sea necesario y brindan apoyo emocional para mantener la motivación.

Intervenciones adicionales

En casos más severos, donde la obesidad infantil está asociada a problemas de salud graves, los nutricionistas pueden trabajar en colaboración con médicos y psicólogos para implementar intervenciones más específicas, como terapias conductuales o tratamientos médicos.

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