Una falacia argumentativa es una mentira escondida en un argumento que parece válido y cierto. Muy utilizadas en el mundo de la oratoria, la comunicación e incluso el periodismo, si te dedicas a estos sectores es imprescindible que seas capaz de reconocerlas. Recuerda que en Esneca contamos con una amplia oferta formativa en másters y cursos de comunicación, por lo que elige el que mejor se adapte a ti. Y sigue leyendo, vamos a descubrir los 7 tipos de falacias más usadas junto a sus ejemplos
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Tipos de falacias: formales y no formales
Del latín “Fallacia” y con traducción literal “engaño”, una falacia es una mentira que se viste de argumento con el objetivo de engañar. Usadas para imponer una visión sobre otra, aunque sea mediante argumentos engañosos, las falacias son una poderosa arma comunicativa. Por ello, a continuación, vemos cuáles son las más comunes y damos algunos ejemplos para poder identificarlas y rebatirlas fácilmente.
Sin embargo, antes de ver algunas de las falacias más utilizadas, debemos mencionar los dos grandes tipos de falacias que podemos encontrar: las falacias formales y las falacias no formales. Las falacias no formales son las que “engañan” basándose en el contenido de la premisa. En cambio, en las falacias formales, es la relación entre las premisas la que invalida el argumento.
Tipos de falacias no formales
Veamos pues los tipos de falacias consideradas no formales.
Falacia Ad Hominem
Este es uno de los tipos de falacias más usados y, a su vez, reconocibles. La falacia Ad Hominem o argumento ad hominem es el que afirma la falsedad de un argumento por haber sido dicho por alguien en concreto. Es decir, se intenta desacreditar a la persona que ha defendido una postura por ser esa persona.
Su estructura responde a:
- X afirma Y.
- X es una persona cuestionable o se le puede cuestionar por algo.
- Por eso “Y” es cuestionable también.
Estos tipos de falacias ad hominem son muy usados en debates sobre temas con mucha diversidad de opinión. Por ejemplo:
“Pedro dice que tener armas en casa reduce los robos con violencia, pero Pedro es un ignorante y su opinión no cuenta”.
Falacia Ad Ignorantiam
Otro de los tipos de falacias formales es la falacia ad ignorantiam. Esta hace referencia a los argumentos que intentan validar la veracidad de una idea por no poderse demostrar su falsedad. Es quizás una de las falacias más fáciles de detectar. Su estructura responde a:
- “X” es un motivo de debate o discusión.
- “X” es un hecho no demostrado.
- Por lo tanto “x” no es cierta.
El error reside en dar por hecho de que algo no es cierto o es cierto porque no se ha demostrado lo contrario. La ignorancia o desconocimiento de un hecho no es motivo suficiente para desmentir lo contrario con asertividad. Un ejemplo de este tipo de falacia sería:
“Como no se ha encontrado vida extraterrestre, no existe vida fuera de la Tierra”.
Falacia Ad Consquentiam
Este tipo de falacia intenta hacer ver que la veracidad de un argumento basándose en si sus consecuencias son positivas o negativas. Su estructura responde al modelo:
- “X” situación provocaría “Y” consecuencia.
- “Y” consecuencia es negativa,
- Por tanto “y” no va a ocurrir.
Para ejemplificar este tipo de falacia podemos usar el siguiente escenario: “que caiga un meteorito sobre la tierra es muy improbable porque sería malísimo para nuestra supervivencia”.
Falacia Ad Verecundiam o magister dixit
Otro de los tipos de falacias que debes conocer es el argumento Ad Verecundiam. También conocida como Falacia de autoridad, esta falacia vincula la veracidad a la autoridad de quien defiende una premisa. Estructura:
- “X” persona tenía “Y” cargo o profesión y dijo “Z”,
- Por lo tanto “z” es real o irreal.
El ejemplo con argumentos reales sería: “El cielo es azul porque así lo dijo Newton, científico reconocido”.
Tipos de falacias formales
Como falacias formales encontramos:
Afirmación del consecuente
Este tipo de falacia parte del condicional y contiene dos elementos. En esta falacia, el segundo elemento valida automáticamente el primero sin dar cuenta si es verídico o no. Es decir, funcionaría así:
- Si ocurre “x” situación, también ocurrirá “y”
- Hago “y” y también ocurrirá “x”.
Poniendo un ejemplo real, esta correlación de afirmaciones sería una falacia: “Si apruebo el examen, monto una fiesta”, “si monto una fiesta, aprobaré el examen”.
Negación del consecuente
Al contrario que el anterior, este es otro de los tipos de falacia formal que podemos encontrar. La diferencia radica en que, en vez de partir de un condicional y afirmarlo después, lo niega. Yendo directamente al ejemplo:
“Si no hace sol, no iré a la playa”, “Si no voy a la playa, no hará sol”.
Falacia del falso dilema o disyunción
Otro clásico entre los tipos de falacias que debes conocer es la falacia del falso dilema. Es fácil de reconocer por su característica principal: dividir las posibilidades en dos únicas opciones. Los ejemplos más claros son frases conocidas por todos. ¿Ser o no ser? ¿Blanco o negro? O ¿estás conmigo o contra mi?
Su estructura responde a:
- Existen A y B
- No es cierto A
- Por lo tanto, B
O al revés, claro:
- Existe A y B
- No es cierto B,
- Por tanto, A
Otro ejemplo que podríamos poner sería: “Enrique no ha venido hoy al examen: o está enfermo o no quiere suspender”. La falacia reside en dejar de contemplar otras opciones.