La decoración industrial es una tendencia que está marcando los últimos años. Probablemente te dieras cuenta de su auge a lo largo del año pasado, pero es que este año ha vuelto a ser uno de los estilos más utilizados. Si te apasiona el diseño de interiores, no te pierdas la oportunidad de estudiar diseño de interiores en Esneca. Y sigue leyendo, te explicamos cómo aprovechar el espíritu de esta tendencia.
Sin embargo, antes de crear un interior inspirado en este estilo, hay que conocer algo sobre su historia. Y es que su popularidad ha conducido a que surjan diferentes escuelas de interiorismo industrial.
Índice de contenidos
- 1 Historia de la decoración industrial
- 2 La decoración industrial en la actualidad
- 3 Cómo conseguir una decoración industrial: características
- 3.1 Muebles estilo industrial: hierro, acero y madera oscura
- 3.2 Estructuras a la vista: tuberías, piedras y ladrillos
- 3.3 Grandes ventanales para mayor luz y amplitud
- 3.4 Tonos oscuros y detalles en colores metálicos
- 3.5 Sillas de rejilla y lámparas de acero
- 3.6 Palets reciclados
- 3.7 Sofás de cuero antiguo
Historia de la decoración industrial
Muchas personas señalan la Revolución Industrial como el origen de este tipo de decoración. Pero limitarse a su concepción implicaría olvidar otras dos manifestaciones típicas del gusto industrial. Una de ellas pone de relieve la edificación, mientras la otra se centra en la ingeniería. A la hora de diseñar un ambiente industrial puedes combinar elementos de estas tres escuelas. Y optar por configuraciones más eclécticas para dotar a los espacios de una personalidad propia.
1- La rama clásica, arraigada en la Revolución Industrial
La rama clásica del estilo industrial, como no podría ser de otro modo, hunde sus raíces en la Revolución Industrial. Las duras condiciones de vida y el deslumbramiento que producía la mecanización fueron dos elementos que introdujeron en los hogares una nueva forma de decoración.
El metal resultó ser un material muy versátil, duradero y bastante asequible, por lo que se añadió a la madera como base del mobiliario proletario. Además, la escasez de recursos conllevaba a que las casas lucieran frecuentemente sus entrañas al descubierto. Fue así como los ladrillos, el barro y la amalgama se normalizaron.
2- Los años 50 y la urbanización
Los años 50 trajeron consigo el desuso y abandono de muchas instalaciones industriales. Los nuevos ocupantes de estas naves grandes y vacías fueron personas sin recursos en Europa e inmigrantes aventureros en los Estados Unidos.
De modo que la gente que retomaba estos ambientes diáfanos no podía decorarlos con excesivo recelo. La llegada de la bohemia convirtió este recurso de subsistencia en un recurso estético, añadiendo al catálogo de opciones decorativas:
- La maquinaria y elementos metálicos.
- Las paredes desnudas y los materiales de construcción visibles.
- Los amplios espacios diáfanos.
- La decoración escasa y minimalista.
- El empleo de mobiliario útil y duradero.
3- El gusto por la construcción y el diseño industrial
Si en este momento los elementos que habían sido necesidad pasaron a ser decorativos, todavía quedaba una vuelta de rosca para la decoración industrial. Y es que a finales del siglo pasado las grandes obras de ingeniería civil aprovecharon las bases sentadas por la urbanización postindustrial para diseñar grandes obras decoradas con cemento desnudo y placas metálicas, muchas veces con efecto de óxido o desgaste.
Pero el gusto por la ingeniería no quedó en el campo civil, sino que, introduciéndonos en el actual siglo, se comenzaron a apreciar los elementos de la ingeniería industrial. Mecanismos de precisión, diseños curvos que desafían las leyes de la física, esferas y varillas finas en equilibrio…
El estilo industrial asumió elementos de la ingeniería, incluyendo ideas relacionadas con la geometría, la precisión y la sencillez. Tendencia que robusteció la irrupción de los estilos minimalista, nórdico y escandinavo.
La decoración industrial en la actualidad
Toda esta evolución ha hecho que este estilo sea muy conocido y apreciado en la actualidad, además de muy rico. Puedes diseñar un espacio industrial de corte más vintage aprovechando los rasgos de la Revolución Industrial (carbón, madera decapada, hierro forjado…). Pero también puedes crear una estancia pulcra y sencilla, como si se tratara de un laboratorio químico. Pero para crear un ambiente industrial, debes respetar sus ideas motrices.
Espacios abiertos
Los espacios abiertos han quedado marcados en el ADN de este estilo. Como reminiscencia de las fábricas, almacenes y grandes naves abandonadas en los 50 y 60, cualquier espacio decorado conforme a este estilo tenderá a ser diáfano y amplio.
Por eso, un amante del estilo elegirá vivir en un loft e, incluso, si es demasiado pureta, en una nave de las afueras. De hecho, existen muchos garajes reconvertidos en espacios de ocio y cultura de corte industrial, y es frecuente encontrar casas con decoración industrial cerca de los puertos y costas de las grandes ciudades. Es una decoración que tiende a incluir elementos náuticos y logísticos.
Materiales rudos y desnudos
Otro de los conceptos que debes respetar a la hora de crear un espacio de inspiración fabril es el de la sencillez en los materiales. Como hemos contado, la semilla de este estilo era la fábrica o la nave, que se caracterizaban por su practicidad.
De modo que podrás ahorrarte el lucir paredes o instalar embellecedores y falsos techos. Lo mejor para conservar este espíritu es emplear materiales rudos como el metal, el barro, el cemento, los ladrillos… y dejarlos siempre a la vista. Puedes someterlos a tratamientos que mejoren sus características o incrementen su durabilidad, pero no los ocultes tras elementos decorativos.
Si optas por un ambiente más moderno, realiza las instalaciones de agua, luz y gas al aire, para dejar ver las canalizaciones y tuberías. Deja también a la vista el cemento y hormigón, y utiliza piezas metálicas envejecidas para dar al espacio un ambiente más embrutecido.
Complementos útiles, sencillos y con solera… ¡o todo lo contrario!
Respecto a los complementos que vayas a instalar, mídelos muy bien. Este estilo es muy minimalista, de modo que no deberías utilizar muchos elementos. Además, las piezas que selecciones aportarán más personalidad en la medida en que parezcan gastadas y antiguas. En este punto se parece mucho este estilo al vintage.
Sin embargo, debes tener en cuenta que si optas por inspirarte en la ingeniería industrial, tus complementos deberán ser extremadamente modernos, sencillos y limpios. ¿Qué tienen en común ambas ramas? La escasez de complementos, que puedes compensar instalando elementos de gran tamaño, y la utilidad de estos.
Cómo conseguir una decoración industrial: características
Para conseguir una decoración industrial en casa solo tienes que aplicar todo lo que te hemos contado a lo largo del blog para lograr un espacio que cumpla este estilo: espacios abiertos, materiales desnudos y sencillez son los más importantes.
No obstante, hay algunos consejos para tener una casa de estilo industrial más concretos que puedes incorporar. Sigue estos tips y consigue un hogar con todas las características de la decoración industrial.
Muebles estilo industrial: hierro, acero y madera oscura
Los muebles de estilo industrial deben ser de hierro, acero y/o madera oscura. Estos elementos juegan un papel clave en la decoración industrial puesto que reflejan la esencia de las antiguas fábricas y talleres. Mesas con patas de metal, estanterías de acero y bancos de madera envejecida ayudarán a crear un ambiente auténtico y robusto.
Estructuras a la vista: tuberías, piedras y ladrillos
Deja visibles las estructuras de un edificio, como tuberías, piedras o ladrillos. Si cuentas con estos elementos, jugar con ellos te ayudará a otorgarle a tu hogar textura y personalidad, evocando el diseño de los lofts neoyorquinos y dándole autenticidad a tu decoración industrial.
Grandes ventanales para mayor luz y amplitud
Apuesta por los grandes ventanales; el estilo industrial suele encontrarse en espacios amplios con una gran entrada de luz natural. Si tienes la posibilidad, instalar ventanas grandes con marco de metal, preferiblemente en color negro o gris oscura, es lo que necesitas para una decoración más fiel. Esto no solo potenciará la luminosidad del ambiente, sino que también reforzará el carácter urbano y moderno del diseño.
Tonos oscuros y detalles en colores metálicos
La paleta de colores del estilo industrial se basa en tonos neutros y oscuros, como el gris, el negro y los tonos madera. Para evitar un ambiente demasiado apagado, puedes incorporar toques de color a través de elementos metálicos en rojo, amarillo o verde. Estos detalles pueden estar presentes en lámparas, sillas o accesorios decorativos.
Estos elementos ayudan a darle personalidad al hogar, pero hay otras características de la decoración que contribuyen a hacer un espacio mucho más auténtico. ¡Conoce cómo otorgar identidad a tu hogar!
Sillas de rejilla y lámparas de acero
Di ‘sí’ a las sillas de rejilla de los 70 y a las lámparas de acero, piezas icónicas del estilo industrial. Con su estructura metálica y diseño retro, las sillas de rejilla combinan a la perfección con mesas de madera rústica. Por otro lado, las lámparas de acero, ya sean colgantes o de pie, aportan un toque industrial genuino y contribuyen a la iluminación del espacio.
Palets reciclados
Reutilizar palets para crear muebles es una excelente forma de reforzar la estética industrial y aportar un toque sostenible. Puedes convertirlos en mesas de centro, estanterías o archivadores con ruedas para darle un aire funcional y rústico a tu hogar. Además, al tratarse de piezas únicas, dotarán al espacio de una personalidad inigualable.
Sofás de cuero antiguo
Para completar la decoración industrial, los sofás de cuero envejecido son una apuesta segura. Un sofá Chesterfield en tonos marrón o negro añadirá calidez al ambiente y equilibrará la dureza de los materiales metálicos y las estructuras expuestas. Acompáñalo con cojines de tela gruesa o mantas de lana para suavizar el conjunto sin perder el estilo industrial.
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