La dieta mediterránea ha sido reconocida mundialmente como una de las más saludables y equilibradas. Esta dieta destaca por sus muchos beneficios para la salud y porque tiene un enfoque centrado en los ingredientes frescos y sabrosos. Hoy te contamos cuáles son las características de la dieta mediterránea y las propiedades y beneficios que tiene sobre la salud, ¡toma nota!
Índice de contenidos
¿Cuáles son las principales características de la dieta mediterránea?
Las propiedades de la dieta mediterránea la diferencian de otros regímenes alimenticios o gastronomías de otras regiones y la sitúan como una de las más beneficiosas para la salud. La extensa presencia de vegetales, la moderada ingesta de pescado y aves de corral o el aceite de oliva son algunas de las principales características de la dieta mediterránea. Veámoslas todas:
Alimentos de origen vegetal
La dieta mediterránea se caracteriza por un abundante consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Estos alimentos son una excelente fuente de vitaminas, minerales, fibra dietética y antioxidantes, los cuales mantienen la salud y previenen enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Ingesta moderada de pescado y productos animales
A diferencia de las dietas occidentales habituales, la mediterránea incluye una ingesta de proteínas animales como el pescado, las aves de corral, los huevos y los productos lácteos. Estos proporcionan proteínas de alta calidad y nutrientes como el calcio, el hierro y las vitaminas del grupo B.
Aceite de oliva
El ‘oro verde’ es uno de los pilares fundamentales de la dieta mediterránea. Se trata de un alimento rico en grasas monoinsaturadas y se ha asociado su consumo con numerosos beneficios para la salud, como la prevención de la oxidación del colesterol y la protección contra enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
Consumo de vino tinto
Moderado, eso sí. En las regiones mediterráneas, el vino tinto es una parte integral de la dieta y se consume con moderación durante las comidas. El vino tinto contiene antioxidantes que se han asociado con una mejor salud cardiovascular. Sin embargo, siempre hay que destacar que el consumo debe ser moderado y no debe exceder las recomendaciones establecidas para cada grupo de población.
Alimentos frescos y locales
Con el consumo de productos frescos y de temporada se maximiza el contenido de vitaminas y minerales de los alimentos, se apoya la sostenibilidad agrícola y se reduce la dependencia de los alimentos procesados y transportados a larga distancia. La dieta mediterránea, pues, enfatiza el consumo de alimentos de proximidad.
Enfoque en la alimentación natural
Promueve el consumo de alimentos en su forma más natural y menos procesada posible. Evita, en la medida de lo posible, los alimentos ultraprocesados ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas, sal y aditivos. Esto permite preservar la calidad y la autenticidad de los alimentos, además de fomentar las tradiciones culinarias y culturales de la región mediterránea.
Una dieta no se limita sólo a lo que se come, sino que tiene en cuenta la actividad física que se realiza. En este sentido, la mediterránea abarca un estilo de vida activo y con muchas conexiones sociales: las comidas suelen ser una ocasión para reunirse con familiares y amigos, compartir platos caseros y disfrutar de conversaciones animadas, lo que ayuda a reducir el estrés, promover el bienestar y tener una relación positiva con la comida.
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