Una lesión no es plato de buen gusto para nadie; mucho menos para un deportista y menos aún si es profesional. Sin embargo, la vida es impredecible, para bien o para mal. Incluso si eres cauto y tomas precauciones en tu práctica deportiva, estás expuesto a lesionarte. Muchas personas no son capaces de sobreponerse emocionalmente y se sienten frustrados por no poder practicar deporte. Si es tu caso, el coaching deportivo puede ayudarte. Fórmate con nuestro máster en personal trainer y sigue leyendo con nosotros.
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La lesión en el deporte
Si llevas poco tiempo practicando deporte, tal vez todavía no hayas tenido ninguna lesión. Para prevenir las lesiones es importante tomar algunas medidas. Desde el coaching deportivo no solamente se da apoyo al deportista en la lesión. Se le acompaña en la consecución de sus objetivos y, por ello, se le puede orientar para evitar lesiones. Veamos algunas formas de no sufrir ningún percance.
Hacer calentamiento
Tanto si eres un gran deportista como si acabas de empezar y esto te suena de haberlo oído: debes calentar. Esto te permitirá estar más relajado y concentrado y también llegará más sangre y oxígeno a tus músculos. Además, si tu calentamiento incluye estiramientos, estarás más flexible. Incluye diferentes ejercicios como trotar, ejercicios de resistencia y estiramientos suaves. Estos deben mover los músculos que se van a usar durante la práctica deportiva.
Hacer estiramientos específicos
Deben hacerse tanto antes (incluidos en el calentamiento) como después del ejercicio. Muchas lesiones comunes en el deporte se deben a la falta de flexibilidad, al menos en parte. Si te enseñaron a hacerlos con rebotes en cada estiramiento, olvídalo, ya que podría ser perjudicial. Mantén el estiramiento durante unos segundos y luego suelta suavemente. Incide en la espalda, las pantorrillas y los cuádriceps, pero trata de estirar todo el cuerpo.
Enfriamiento
Realiza alguna actividad suave al acabar la práctica deportiva, como caminar durante algunos minutos. También contribuye a evitar el riesgo de lesión.
Técnica y límites
Antes de alentarte a perseguir tus objetivos, en el coaching deportivo se te orienta para coger unas buenas bases. Una de ella es la técnica. Si no aprendes cómo desempeñar correctamente la técnica adecuada al deporte en cuestión es muy fácil que te lesiones. Malos gestos, fuerza mal aplicada y movimientos bruscos son caldo de cultivo de una lesión.
Otro elemento importante para evitar lesiones es el conocer tus límites y respetarlos. Desde el coaching deportivo se trabaja mucho este aspecto, no solo para evitar lesiones, sino también para evitar frustraciones.
Equipamiento
En los deportes que así lo requieran, asegúrate de usar el equipo apropiado. Tanto el imprescindible para la práctica como el orientado a protegerte deben ser adecuados. Esto no significa que tengan que ser los más caros y de mejor calidad del mercado. Pero sí quiere decir que no vale cualquier cosa. Si no estás seguro, lo mejor es preguntar en una tienda especializada o visitar páginas específicas en internet.
Nutrición, hidratación y descanso
Son tres aspectos cuya importancia en el deporte probablemente ya conoces. Aparte de para mejorar tu rendimiento, son importantes para no lesionarte. Recuerda prestarles la atención que se merecen.
Coaching deportivo para enfrentarse a una lesión
Muchos deportistas recurren al coaching deportivo cuando sufren una lesión de gravedad. Otras veces, la causa es una lesión recurrente. Hay casos más difíciles, en los que la lesión implica verse obligado a retirarse de la práctica deportiva. En todos los supuestos, el coaching para deportistas es de gran ayuda. Aunque tengas que trabajar en mejorar el aspecto físico debido a la lesión, el aspecto psicológico es muy significativo.
La predisposición a la lesión
Hay personas que pueden ser más propensas a lesionarse. Esto se puede deber a varios factores, entre otros:
- Las personas más responsables en la práctica, con su equipamiento y concentradas en la actividad, tienen menos riesgo de lesión.
- Las personas más despreocupadas tienen más posibilidades de lesionarse.
El estado mental
Lesionarse es un obstáculo para el deportista y su entrenamiento pasa a ser mental para superarlo. Lo más fácil es rendirse al derrotismo, abandonarse y caer en pensamientos negativos.
Es común sentir ansiedad por varias razones:
- No poder utilizar el deporte como válvula de escape de las tensiones.
- No poder expresar la propia forma de ser. Esto sucede cuando una persona se identifica al 100 % con el perfil de deportista únicamente.
- También aparece cuando el deportista siente que va a perder todo lo que tanto esfuerzo le costó ganar.
Es importante poder controlar las emociones con la ayuda de un coach del deporte. Si se pierde el control, la recuperación puede ser muy dura.
Emociones que dificultan la recuperación
En un primer momento, es normal que al deportista le baje el ánimo cuando tiene la lesión. Posteriormente, al tener un diagnóstico, el ánimo sube un poco ante la perspectiva de tomar acción. Es decir, se siente mejor al saber que se hará algo encaminado a su recuperación. Tras ello, es posible que se encuentre con un proceso más lento de lo que esperaba. Los inconvenientes e imprevistos pueden ser múltiples. Por eso, evitar los pensamientos negativos y trabajar en positivo junto a un profesional del coaching deportivo puede ser muy buena opción.
Como has podido ver, una lesión deportiva puede tener más implicaciones que las puramente físicas. Es importante contar con apoyo psicológico para hacer frente a las adversidades del deporte. Así, el deportista puede aceptar las lesiones como parte de la práctica deportiva. También, una vez recuperado, puede extraer aprendizajes positivos de un hecho, a priori, negativo. En definitiva, con la debida preparación física y mental, las lesiones no podrán contigo.