Escribir una canción puede parecer una tarea abrumadora, pero con el enfoque adecuado y práctica constante, cualquiera puede componer una melodía pegadiza y memorable. Hoy te contamos cómo escribir una canción, ejemplos de cada caso y una guía paso a paso para que puedas empezar en el mundo de la composición. ¡No te lo pierdas!
Índice de contenidos
¿Cómo puedo empezar a escribir una canción?
Lo primero que se debe tener en cuenta para escribir una canción es el mensaje. Debes pensar en aquello que deseas transmitir y cómo quieres que se sientan los oyentes cuando se encuentren con tu música. Para ello, piensa en cuáles son tus referentes y el tipo de canciones que suelen gustarte, y esto te ayudará a enfocar tu camino.
También piensa en cómo tener ideas para componer canciones. Un método eficaz es llevar un diario de inspiración en el que apuntes todo lo que te transmite algo: una imagen, un pensamiento, un sueño, una persona que te has encontrado por la calle o incluso un relato que acabas de leer. Todo puede ser la chispa que necesitas para encontrar la inspiración.
¿Cómo escribir una canción? Ejemplos
Ahora bien, vamos a cómo escribir una canción con ejemplos prácticos que te ayudarán a entender mejor cada uno de los pasos que te planteamos. Presta atención a esta guía para escribir canciones:
Encuentra la inspiración
Te lo comentábamos anteriormente: la inspiración puede venir de cualquier parte. Puede que tengas experiencias personales que te impulsen a escribir una melodía, que sientas emociones fuertes o que hayas hecho observaciones del mundo que te rodea y que necesitas compartir. Un ejemplo es la canción ‘Let it be’, de The Beatles, que se inspiró por un sueño que tuvo Paul McCartney sobre su madre fallecida.
Establece el tema y el mensaje
¿De qué quieres hablar? Cuando hayas encontrado la inspiración deberás decidir cuál será el tema y el mensaje de tu canción. Esto será fundamental, puesto que en función del tema y el mensaje construirás el resto de la composición. Un ejemplo de tema y mensaje es la canción ‘Brave’, de Sara Bareilles, que aborda temas de autoafirmación y superación de los miedos.
Crea la estructura
En una canción típica encontramos la estructura que incluye versos, estribillos y posiblemente un puente. Debes organizar estos elementos y distribuirlos según cómo te parezca que encajan mejor con tu idea de la canción. Un ejemplo de estructura de canción es ‘Someone Like You’, de Adele, que sigue la estructura verso-estribillo-estribillo-puente-estribillo.
Escribe la letra
Con la estructura en mente, es el momento de ponerse con las letras de la canción. Utiliza imágenes y metáforas para transmitir tus ideas de una manera que resulte vívida y evocadora. Por ejemplo, la canción ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen emplea metáforas bíblicas y referencias culturales con el objetivo de crear una atmósfera de contemplación y misticismo.
Crea la melodía
Experimenta con diferentes progresiones de acordes y melodías vocales hasta que encuentres la combinación perfecta. Se trata de un arduo trabajo de ensayo y error, pero también es un proceso altamente creativo. El ejemplo de melodía de ‘Yesterday’, de The Beatles, nos sirve para ilustrar este punto: se trata de una melodía simple pero conmovedora que complementa las letras introspectivas.
Agrega arreglos y acabados
Cuando tengas la estructura, la letra y la melodía, llega el momento de agregar arreglos instrumentales y detalles adicionales que enriquezcan el sonido. Esto puede incluir instrumentos adicionales, coros de fondo o efectos de producción; dependerá de cada tema y del objetivo que persiga el compositor. Un ejemplo práctico es ‘We Found Love’ de Rihanna, que presenta una mezcla de sintetizadores y ritmos electrónicos que le dan un ambiente de fiesta y euforia.
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Revisa y refina
Al completar la canción es importante tomarse un tiempo para revisar y refinar cada elemento. Escucha la canción en su totalidad y asegúrate de que todo fluya suavemente y tenga coherencia temática; haz ajustes en las letras, la melodía o los arreglos según consideres necesario. Por ejemplo, la banda Fleetwood Mac pasó meses perfeccionando la estructura y los arreglos de ‘Dreams’ hasta conseguir un sonido distintivo que convirtió la canción en un éxito.
Una buena manera de encontrar nuevos sonidos e inspiración es conocer qué es lo que se está haciendo en otras partes del mundo. Por ello, el máster en músicas del mundo y coaching musical es perfecto para todas las mentes inquietas que quieran conseguir ese sonido nuevo que llevan tanto tiempo buscando.
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