Un abogado corporativo desarrolla un papel clave en el mundo empresarial. Ofrece un asesoramiento legal estratégico y su trabajo permite proteger los intereses de las compañías en una variedad de áreas legales. Por ello, especializarse en el sector es una opción altamente valorada para todo aquel que quiera acceder a un puesto en el sector empresarial: conoce todo lo que necesitas en este blog, ¡no te lo pierdas!
Índice de contenidos
¿Qué es un abogado corporativo?
El abogado corporativo, también conocido como abogado empresarial o in-house counsel, es un profesional del derecho que trabaja para una empresa en lugar de representar a clientes individuales. Es decir, que forma parte de la plantilla de la propia compañía, en lugar de ofrecer un servicio que esta externaliza.
La principal misión de los abogados corporativos es proporcionar asesoramiento legal interno. Su trabajo es representar los intereses legales de la empresa en todas las transacciones comerciales que realiza, así como las actividades corporativas.
¿Cuál es la función de un abogado corporativo?
Las funciones de un abogado corporativo abarcan una amplia gama de responsabilidades. Según su naturaleza y el tamaño de la empresa, estas pueden variar, pero a grandes rasgos las tareas comunes que llevan a cabo son:
- Asesorar a la dirección y otras departamentos sobre las cuestiones legales relacionadas con contratos, fusiones, adquisiciones, propiedad intelectual, litigios, cumplimiento normativo y otros aspectos legales.
- Negocias y redactar contratos comerciales, acuerdos de colaboración y otros documentos e instrumentos legales para las operaciones comerciales.
- Representar a la empresa en procedimientos judiciales y negociaciones con terceros.
- Evaluar y mitigar los riesgos legales asociados a las decisiones comerciales que toma la empresa.
- Mantenerse actualizado sobre las leyes y las regulaciones relevantes que afectan a la industria y al negocio de la empresa.
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¿Qué hacer para ser abogado empresarial?
Ahora bien, ¿cómo ser abogado corporativo? Hay 5 pasos que debes seguir:
- Obtener una licenciatura en derecho. Para ejercer esta profesión es necesario disponer de una titulación universitaria.
- Obtener experiencia legal. Puedes conseguir un puesto como pasante en un despacho de abogados especializado o trabajar en departamentos legales, por ejemplo.
- Especializarte. La formación continua es fundamental para acceder a posiciones mejor remuneradas y conseguir un trabajo valorado y satisfactorio.
- Desarrollar habilidades nuevas. Trabaja tus habilidades interpersonales, de comunicación y de resolución de problemas para mejorar tu productividad y relaciones dentro de la empresa.
- Construir una red profesional. Participa en eventos de networking, conferencias y otras actividades de la industria que te permitan conocer a otros profesionales y establecer relaciones que puedan ser beneficiosas.
¿Cuál es el perfil de un abogado empresarial?
El perfil de un abogado corporativo de éxito incluye una combinación de habilidades, conocimientos y características personales. Por ejemplo, debe ser una persona con una excelente capacidad de análisis y resolución de problemas, con altos estándares éticos y profesionales y fuertes habilidades de comunicación, tanto oral como escrita.
Además, los abogados empresariales deben tener la capacidad de trabajar bajo presión y cumplir con plazos ajustados, así como la flexibilidad y adaptabilidad suficientes para enfrentar situaciones legales complejas. Se trata de una profesión orientada al cliente, así que es necesario que el abogado comprenda las necesidades comerciales de la compañía.
Finalmente, un aspecto muy valorado para encajar en el perfil del abogado empresarial es tener interés y curiosidad por seguir aprendiendo. Esto es fundamental, puesto que el ámbito del derecho de la normativa comercial puede cambiar muy rápido y es necesario estar al día de todos los avances y transformaciones que se producen.
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Habilidades del abogado corporativo
Entre las principales habilidades del abogado corporativo encontramos:
- Conocimiento jurídico especializado. Esencial para interpretar leyes y regulaciones que afectan a las empresas. También debe mantenerse actualizado sobre los cambios legislativos que puedan impactar al sector corporativo.
- Habilidades de negociación. Los abogados empresariales a menudo representan a sus clientes en acuerdos comerciales, mediaciones y contratos.
- Pensamiento analítico y resolución de problemas. Debe ser un profesional capaz de evaluar riesgos, prever consecuencias legales y proponer estrategias que equilibren el cumplimiento normativo con los objetivos de la empresa.
- Comunicación efectiva. Incluye la capacidad de redactar documentos legales precisos, explicar términos legales complejos a personas sin formación jurídica y presentar argumentos claros en reuniones y negociaciones.
- Gestión del tiempo y organización. Un abogado eficiente debe priorizar tareas, cumplir plazos estrictos y gestionar su carga de trabajo sin comprometer la calidad de su desempeño.
- Habilidad para trabajar en equipo. Muchas veces, colaboran con otros departamentos, como el financiero o el de recursos humanos. La capacidad de trabajar en equipo y adaptarse a diferentes dinámicas es fundamental para garantizar la cohesión en los proyectos.
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