Tras sentarnos en una mesa de un restaurante, lo primero que nos solemos preguntar es: ¿Qué voy a comer? Eso es lo que empezamos a determinar cuando nos brindan la carta de restaurante o, lo que es lo mismo, la carta de presentación del local en el que estamos. ¿Te gustaría especializarte en el ámbito de la hostelería y la restauración? No te pierdas nuestro MBA en administración y dirección de empresas de hostelería.
Índice de contenidos
Cómo elaborar una carta de restaurante
La carta de restaurante es una herramienta imprescindible para que un negocio de este tipo funcione. Gracias a ella, el cliente obtiene un listado de los productos y platos que puede degustar. Es, por decirlo de otro modo, tu carta de presentación con el cliente.
¿Cómo debe estar configurada tu carta de restaurante para vender más y mejor? ¡Lo analizamos a continuación!
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Largada de la carta de restaurante
¿Qué es mejor: una carta de restaurante enorme o una carta corta? Lo cierto es que aunque no hay una norma escrita que así lo indique, cuanto más sencilla y corta sea la carta, mejor. Crear un listado interminable de platos a elegir puede acabar confundiendo al comensal, que además recibirá una idea de “desorden” y poca especialización gastronómica.
Aunque tu restaurante no esté pensado o enfocado a un estilo culinario específico, el cliente debe encontrarle un sentido. Cuanto más larga sea la lista, más elementos introducirás y más confusión generarás a un cliente que, probablemente, ni acabe de leer la carta.
Organiza tu carta
¿Te imaginas una carta de restaurante desorganizada o estructurada con categorías poco comunes? Lo mejor es crear grandes grupos que hagan referencia a los platos entrantes o aperitivos, a los primeros ligeros y a los platos fuertes o principales.
En el primer grupo de la carta deberás incluir entrantes, aperitivos, cremas, sopas, ensaladas… En el segundo apartado, añade tus primeros platos: arroces, verduras o pasta. En el último gran bloque incluiremos las carnes y los pescados.
Paralelamente, la carta incluirá un apartado de bebidas y postres. Estos dos apartados también pueden conformar una carta de restaurante paralela.
A la hora de organizar la carta de tu restaurante también deberás tener en cuenta otros factores. Por ejemplo, ¿vas a incluir un menú infantil? ¿Vas a tener un menú diario?
Informa a tu comensal
Con la carta de tu restaurante no solo muestras tu oferta gastronómica, también transmites y comunicas otras características de tu negocio. Por ejemplo, indicar qué ingredientes contienen tus platos es una buena idea para que los clientes se hagan una idea de cada uno de ellos. Asimismo, tener en cuenta los alérgenos que pueden contener tus platos es también una magnífica idea.
Paralelamente, indica también en la carta de tu restaurante si tienes opciones veganas o vegetarianas.
Cómo indicar los precios
Uno de los momentos más críticos y determinantes para nuestro negocio tiene lugar cuando el cliente mira la carta de tu restaurante, la valora y sopesa cuánto está dispuesto a invertir. Entonces es cuando mira el precio de cada uno de los platos.
Ante este momento crítico hay varios posicionamientos y maneras de afrontarlo. Por ejemplo, hay quienes deciden eliminar el símbolo del € en su carta de restaurante. Otros apuestan por redondear el precio de los platos y evitar los céntimos, otros “desordenan” el precio de cada propuesta para evitar un orden ascendente o descendente.
Diseño
Cuando nos llega una carta de restaurante a las manos antigua y manoseada, pensamos como mínimo un “dónde me he metido”. Lo cierto es que tener una carta cuidada, relativamente nueva y con un diseño más o menos moderno es muy importante. Elige un diseño sencillo y limpio, que facilite la lectura de tu oferta gastronómica.
Paralelamente, antes de elegir el diseño de tu carta de restaurante, deberás tener claro cuál es su finalidad. Por ejemplo, ¿a qué público objetivo de diriges? ¿Prevés que en tu local acudan muchos turistas? ¿Enfocas tu oferta gastronómica a personas jóvenes o, en cambio, buscas un cliente con mayor poder adquisitivo? Todas estas características acabarán influyendo en el diseño de tu carta gastronómica.
Renueva tu oferta
¿Te imaginas ir cada cierto tiempo a una tienda de ropa y ver siempre las mismas prendas? Es probable que salieras de esa segunda o tercera visita decepcionado por no poder encontrar nada novedoso que valorar. Lo mismo ocurre en el sector de la gastronomía. Renovar tu oferta gastronómica de vez en cuando le dará un aire diferente a tu local. Una idea es incorporar en la carta de restaurante de tu local un apartado de platos de temporada en los que destaques el uso de materias primas de proximidad.
Crea una comunidad
La carta del restaurante es una buena herramienta mediante la que crear una comunidad entre tu negocio y tus clientes. Aprovecha e incluye en la carta los datos de tu negocio: nombre, logotipo bien visible, correo o página web. Además, no te olvides de incluir tus redes sociales y, si lo crees interesante, indica un hashtag para que tus comensales creen una comunidad.