El despido objetivo es una forma de terminación del contrato laboral que se produce cuando la empresa decide prescindir de un trabajador por causas justificadas. Cuando se produce un despido objetivo, causas como la ineptitud sobrevenida, la falta de adaptación o las técnicas pueden justificar este procedimiento, Veamos más acerca de cómo funciona y las diferencias con el despido improcedente.
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¿Qué es un despido objetivo?
El despido objetivo ocurre cuando la empresa prescinde de un empleado debido a causas justificadas y objetivas que no están relacionadas con su conducta. Estas razones están contempladas en la legislación laboral y, generalmente, se refieren a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
Esta clase de despido se caracteriza por estar basado en motivos que afectan directamente a la viabilidad de la empresa o a su operativa. A diferencia del despido disciplinario, que se basa en la conducta inapropiada de un trabajador, el objetivo se justifica en circunstancias que obligan a la empresa a reducir su plantilla o a reorganizarse para asegurar continuidad.
Despido objetivo: indemnización máxima
En caso de despido objetivo, la legislación establece que el trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Esta indemnización es una compensación por la pérdida del empleo debido a causas justificadas pero ajenas al desempeño del trabajador.
La indemnización se calcula en base al salario bruto diario del empleado, multiplicado por los años de servicio en la empresa. Si el tiempo trabajado incluye fracciones de año, estas se prorratean para obtener una indemnización proporcional.
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Causas del despido objetivo
Las causas del despido objetivo están claramente definidas en la legislación laboral y se dividen en varios grupos principales.
Despido objetivo por causas organizativas
Se produce cuando la empresa necesita reestructurarse para mejorar su eficiencia, adaptarse a nuevas condiciones del mercado o a cambios en su estructura interna. Pueden implicar la eliminación de puestos de trabajo redundantes o la modificación de los métodos de trabajo.
Ejemplo: Una empresa decide fusionar dos departamentos para reducir costos y mejorar la coordinación interna. Como resultado, varios puestos se vuelven redundantes y los trabajadores afectados son despedidos por causas organizativas.
Causas económicas
Las causas económicas se refieren a la situación financiera de la empresa, que puede hacer insostenible mantener la plantilla actual. Estas causas incluyen la existencia de pérdidas actuales o previstas, la disminución persistente de ingresos o una disminución de la demanda de los productos o servicios de la empresa.
Ejemplo: Una tienda minorista ha experimentado una caída significativa en las ventas durante el último año, resultando en pérdidas financieras. Para asegurar la viabilidad de la empresa, el dueño decide reducir el número de empleados, justificando el despido objetivo por causas económicas.
Despido objetivo por ineptitud sobrevenida
La ineptitud sobrevenida se refiere a la incapacidad del trabajador para desempeñar su trabajo debido a una pérdida de habilidades o capacidades necesarias, que se produce después de su contratación. Esta ineptitud debe ser permanente y no atribuible a la falta de formación o actualización proporcionada por la empresa.
Ejemplo: Un empleado de una fábrica sufre un accidente fuera del trabajo que le deja con una discapacidad física permanente, impidiéndole realizar las tareas esenciales de su puesto. La empresa decide despedirlo por ineptitud sobrevenida.
Falta de adaptación
La falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas necesarias en su puesto de trabajo, cuando dichos cambios son razonables y la empresa ha proporcionado la formación adecuada, puede ser una causa de despido objetivo. Es necesario que el trabajador haya tenido un período razonable para adaptarse a los cambios.
Ejemplo: Una empresa de software actualiza sus sistemas y herramientas de trabajo. A pesar de recibir formación y un período de adaptación de seis meses, un empleado no logra adaptarse a las nuevas tecnologías, lo que afecta su desempeño. La empresa procede a su despido por falta de adaptación.
Causas técnicas
Las causas técnicas se refieren a cambios en los métodos o sistemas de producción que requieren una reorganización de la empresa. Pueden hacer que ciertos puestos de trabajo ya no sean necesarios o que sea necesario adquirir diferentes habilidades que algunos empleados no poseen.
Ejemplo. Una planta de fabricación introduce maquinaria automatizada que reduce la necesidad de operarios en la línea de producción. Algunos trabajadores no tienen las habilidades técnicas necesarias para operar la nueva maquinaria y son despedidos por causas técnicas.
Diferencia entre despido objetivo e improcedente
Aunque las dos son dos maneras de terminación del contrato laboral, existen diferencias entre despido objetivo y despido improcedente.
Por un lado, el despido objetivo está basado en razones justificadas, mientras que el improcedente ocurre cuando el motivo de despido no está justificado legalmente, no se cumplen los requisitos formales o no se demuestran las causas alegadas.
En cuanto a la indemnización, en el despido objetivo el trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, mientras que en el improcedente tiene derecho a una indemnización de 33 días de salario por año trabajado.
Conocer ambos tipos de despido es clave para cualquier responsable de recursos humanos, puesto que afecta directamente a la relación entre el trabajador y la empresa.
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