Después de hacer ejercicio es habitual que aparezcan las agujetas, también conocidas como dolor muscular de aparición tardía. Se trata de una respuesta común y normal, pero cuando estamos en medio de un entrenamiento puede que al día siguiente nos preguntemos si conviene entrenar con agujetas. Hoy te aportamos una respuesta que puede que te sorprenda. ¡Quédate para descubrirla!
Índice de contenidos
¿Qué pasa si entrenas con agujetas?
Generalmente, las agujetas se manifiestan de 24 a 72 horas después de la actividad física y pueden durar varios días. Entrenar con agujetas puede tener varios efectos en el cuerpo y en el rendimiento deportivo, siendo la sensación de dolor y rigidez la más evidente de ellas.
Otros efectos de entrenar con agujetas incluyen:
- Reducción del rendimiento. Puede disminuir el rendimiento deportivo y los músculos pueden tener una capacidad reducida para generar fuerza, lo que puede afectar a la calidad del entrenamiento.
- Riesgo de lesiones. El dolor y la rigidez asociados con las agujetas pueden alterar la forma y la técnica durante el ejercicio. Aumentando el riesgo de lesiones.
- Proceso de recuperación. Las agujetas son un signo de que los músculos se están recuperando. Entrenar intensamente mientras se tienen agujetas puede interferir con este proceso.
- Adaptación muscular. Por otro lado, entrenar con agujetas puede ayudar a los músculos a adaptarse más rápido a nuevas rutinas de ejercicio, siempre y cuando se haga con precaución.
¿Es bueno entrenar con agujetas?
La decisión de entrenar con agujetas o no depende de varios factores. La intensidad del dolor, los objetivos del entrenamiento y la condición física general son los más importantes. Sin embargo, siempre será necesario tener en cuenta los siguientes elementos a la hora de entrenar:
Escuchar al cuerpo
Hay que prestar atención a las señales del cuerpo. Si las agujetas son leves y no interfieren significativamente con el movimiento, un entrenamiento ligero o moderado puede ser beneficioso. Sin embargo, si el dolor es intenso, es mejor permitir que los músculos descansen y se recuperen.
Tipo de ejercicio
Optar por ejercicios de bajo impacto o de menor intensidad puede ser una buena opción cuando se tienen agujetas. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden ayudar a mantener el cuerpo en movimiento sin ejercer demasiada presión sobre los músculos doloridos.
Beneficios del movimiento
Realizar ejercicio ligero con agujetas puede mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez ayuda a reducir el dolor y acelerar la recuperación. Esto se debe a que el aumento del flujo sanguíneo aporta más nutrientes y oxígeno a los músculos en recuperación.
Prevención de las agujetas
Para prevenir o minimizar las agujetas en futuras sesiones de entrenamiento es importante calentar antes del ejercicio y enfriar después. También puede ser útil aumentar gradualmente la intensidad del ejercicio y asegurarse de realizar estiramientos adecuados.
Escala del dolor
Si el dolor es severo y limita la capacidad de realizar actividades diarias, es mejor descansar y permitir que los músculos se recuperen por completo. Continuar entrenando bajo estas condiciones puede retrasar la recuperación y aumentar el riesgo de lesiones.
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