Cuando un trabajador solicita una excedencia laboral puede suspender su contrato durante un tiempo determinado. En este tiempo no percibirá un sueldo, pero cuando se reincorpore lo hará bajo las mismas condiciones en las que se fue. Ahora bien, ¿sabes qué tipos hay y cómo se aplican? En este post te contamos cómo un departamento de recursos humanos gestiona este tipo de trámites. Además, si lo que te interesa es ampliar tus competencias en este ámbito, no dudes en formarte a través del máster MBA en administración y dirección de empresas en recursos humanos.
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¿Qué es una excedencia laboral?
La excedencia laboral es cuando un trabajador solicita a su empresa la suspensión de su contrato durante un tiempo determinado. Según el Estatuto de los Trabajadores, este tiempo no puede ser inferior a 4 meses, ni superior a los 5 años.
Por lo general, se considera que este concepto jurídico es más propio de los funcionarios, aunque también otros trabajadores pueden solicitarlo. En caso de que así sea, la empresa no se puede oponer a ella porque está regulada, precisamente, por el Estatuto de los Trabajadores. Tampoco se debe despedir a un trabajador que solicita la excedencia.
Mientras el trabajador se encuentra en excedencia, no percibe el sueldo, ni el finiquito, ni el paro, pero puede dedicarse a otros proyectos si así lo desea. Eso sí, cuando vuelva a su empresa, lo hará en las mismas condiciones laborales en las que se marchó.
Tipos de excedencias laborales
En el ámbito de los recursos humanos se pueden gestionar tres tipos de excedencias laborales: las forzosas, las voluntarias y las de cuidado por familiares. Te explicamos en qué consiste cada una de ellas, cuáles son sus principales diferencias y qué requisitos se deben cumplir para solicitarlas.
Excedencia forzosa
Hablamos de excedencia forzosa cuando el trabajador tiene que solicitarla para asumir algún cargo público o de carácter sindical. La empresa debe conservar su puesto hasta que el trabajador regrese, manteniendo también su antigüedad.
En estos casos, el trabajador debe marcharse porque ha sido escogido para un cargo público, lo que no permite compatibilizar su función laboral con su función pública al tener que dedicarse a tiempo completo a su nuevo cargo.
Por tanto, el único requisito para pedir este tipo de excedencia es que el trabajador sea escogido para desempeñar una función pública y que dicha función sea incompatible con su trabajo.
Excedencia voluntaria
La excedencia voluntaria es la más habitual. El trabajador la solicita por motivos personales que no está obligado a revelar si no lo desea. En estos casos, no se le reconoce el derecho a conservar su mismo puesto de trabajo (excepto si hablamos de funcionarios públicos). Entonces, ¿no es lo mismo que marcharse para siempre de la empresa? Pues no. Lo que supone la excedencia voluntaria es que este trabajador pasará a tener preferencia cuando surja una vacante parecida a la suya en la empresa.
Para poder solicitar una excedencia voluntaria, el trabajador debe contar con una antigüedad de 1 año en su empresa, como mínimo, y la duración de dicha excedencia debe estar entre los 4 meses y los 5 años.
Excedencia por el cuidado de hijos o familiares
Dentro de la excedencia voluntaria encontramos la excedencia por el cuidado de familiares. Se trata de un derecho de los trabajadores y, cuando se finalice la excedencia, el empleado se reincorporará a la empresa.
Se puede solicitar para el cuidado de los hijos cuando nacen, cuando son adoptados o cuando, por otras circunstancias, deben hacerse cargo de un menor de edad. El tiempo de la excedencia también dependerá de la legislación vigente en cada uno de los casos y de los convenios colectivos.
Para este tipo de solicitud no es necesaria una antigüedad mínima, pero se debe demostrar que se está a cargo de un menor o familiar.
Cómo gestiona una excedencia voluntaria el departamento de Recursos Humanos
La gestión de una excedencia voluntaria no es tarea fácil, por lo que es imprescindible contar con unos conocimientos sólidos, los cuales se pueden adquirir a través de los cursos en recursos humanos que ofrecemos en Esneca. De esta manera, es muy importante que el departamento de recursos humanos de cualquier empresa optimice el proceso de gestionar excedencias lo máximo posible.
Así pues, los pasos que se suelen seguir son:
- Gestión de solicitudes, que básicamente serán dos: la de concesión de la excedencia voluntaria o la solicitud de reincorporación al trabajo.
- Registro del tipo de excedencia voluntaria, es decir, si es voluntaria genérica o por cuidado de familiares o hijos. En el caso de este último punto es importante consultar el convenio colectivo, ya que puede contemplar una duración mayor del tiempo de excedencia.
- Incorporación de la excedencia en el software de gestión de ausencias. Una forma rápida y sencilla de mantener el control sobre los tiempos y ausencias.
- Comunicación continua con el empleado. Como hemos comentado anteriormente, una excedencia no puede durar menos de 4 años, pero es posible que el empleado quiera reincorporarse antes de los previsto. Por ello, se recomienda mantener el contacto con el trabajador para prever qué sucederá y poder reaccionar a tiempo.
- Asistencia al empleado una vez solicitada la reincorporación. Se trata de un paso un tanto sensible, ya que una vez el empleado solicita la reincorporación, su estatus puede quedar en espera mientras la empresa busca o define un puesto similar o idéntico al que ocupaba. De esta manera, es imprescindible mantener una actitud receptiva, sobre todo cuando haga preguntas sobre el estado de su solicitud.
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El sector de los Recursos Humanos ofrece una gran variedad de oportunidades laborales. Ahora bien, para dedicarse a ello es indispensable contar con una formación teórica sólida y una serie de capacidades profesionales para tratar diariamente con diferentes situaciones relacionadas con los empleados de una empresa.
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