En esta vida tan estresada que llevamos es bastante común, lamentablemente, padecer insomnio. Es un trastorno que puede ser llevadero o hacer difícil llevar una vida normal, según su gravedad. Si lo has sufrido alguna vez sabrás lo mucho que puede llegar a afectar a quien lo padece. Para hacerle frente hay muchas alternativas, entre ellas el uso de la farmacología. ¿Te interesa este ámbito? No te pierdas la oportunidad de formarte en este ámbito con nuestra titulación de curso de auxiliar de farmacia. Esta disciplina puede ser muy útil pero asimismo está exenta de controversia. Quédate con nosotros a descubrir cómo tratar el insomnio de manera eficaz. Al terminar serás capaz de saber cuál es el mejor tratamiento para cada caso.
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¿Qué es el insomnio?
Mucha gente se preocupa por desconocer las causas del insomnio, sin darse cuenta de que pueden estar alimentándolo con esa preocupación. Lo cierto es que cuando hablamos de insomnio, hablamos de muchos factores implicados. Es decir, por decirlo con otras palabras, el insomnio no tiene por qué tener un origen único, puede tener muchas causas.
Además, podemos experimentarlo de inicio o de mantenimiento. El de inicio es aquel en el que tenemos problemas para dormirnos en un periodo superior a los 30 minutos. El de mantenimiento es, en cambio, en el que nos despertamos durante la noche y nos mantenemos despiertos durante más de 30 minutos.
¿Qué causa el insomnio?
Puede haber causas de tipo médico, como serían los episodios de insomnio debidos a enfermedades que puedan causar dolor e interrumpir el sueño. También pueden causarlo las que provocan necesidad de micción urgente. También pueden afectar en ello la menopausia y el embarazo. Otro tipo de enfermedades que pueden influir son las psiquiátricas, podrían ser la ansiedad y la depresión dos ejemplos de ello. Si tienes apnea del sueño o síndrome de piernas inquietas, tienes muchas posibilidades de sufrirlo.
Por otro lado, también pueden encontrarse causas de origen externo. Con ello hacemos referencia a sustancias, medicamentos e incluso alimentos que pueden influir negativamente en la calidad de nuestras horas de sueño. Podrían considerarse factores relacionados a ello el consumo de tabaco, café o medicinas concretas. Asimismo, debemos mencionar también los malos hábitos de sueño o el trabajo por turnos, que forman parte de otro de los grupos que influyen en el sueño.
¿Insomnio transitorio o crónico?
Si padeces insomnio durante menos de un mes, este puede ser considerado como transitorio. Si se prolonga más meses, en especial a partir de los seis, se empieza a considerar un trastorno del sueño crónico. Este puede durar varios años si no se hace nada al respecto.
Si crees que se trata de algo transitorio, es importante que no te preocupes mucho por ello. Estar demasiado pendiente y tener un exceso de preocupación te puede empujar y hacer caer en una espiral negativa que acabe manteniendo el insomnio en el tiempo.
Cómo tratar el insomnio a través de la farmacología
Para hacer frente a este problema, hay una serie de pasos que puedes dar antes de elegir un tratamiento médico. Para comenzar, si tu insomnio es leve, puede que estas primeras ideas sean suficientes. En caso contrario, si es grave, no serán suficientes, pero allanarán mucho el camino para el tratamiento elegido. Además, debemos recalcar en este punto que elijas el tratamiento o alternativa que elijas, debes consultarlo con tu médíco de referencia.
Hábitos de higiene del sueño
Estos hábitos te ayudarán a mejorar la calidad de tu sueño, toma nota:
– Irte a la cama solamente si tienes sueño. Evita quedarte dormido en lugares que no sean la cama. Así le mandarás un mensaje claro a tu subconsciente: solo se duerme en la cama.
– No quedarte en la cama más tiempo al despertarte. En la línea de lo anterior, la cama es un lugar donde dormir. Aprende a descansar en otros espacios, como el sofá o un sillón.
– Mantener la misma hora de despertarte cada día, sea laborable, festivo, fin de semana o vacaciones. Acostumbra a tu cuerpo a unas rutinas.
– No dormir siesta durante el día.
– Recrear las condiciones adecuadas para dormir. Deja de usar dispositivos electrónicos al menos una hora antes y regula la luz en la habitación. Procura aislar el ruido y mantener una buena temperatura.
– Cena temprano y platos fáciles de digerir.
– Haz ejercicio suave al final de la tarde y evita circunstancias estresantes antes de dormir.
– Haz ejercicios para relajarte y toma duchas o baños con agua caliente.
– Si no puedes dormir, no te quedes en la cama por más de 30 minutos.
Con estos consejos, la calidad de tu sueño mejorará considerablemente. No obstante, veamos qué puedes hacer si esto no es suficiente.
Tratamientos farmacológicos
Por lo general, aunque el uso de la farmacología pueda ser adecuado para el insomnio, no es la primera opción de los médicos. Siempre intentan dar pautas de higiene del sueño antes de recetar un medicamento. Incluso cuando deciden que lo apropiado es usar la farmacología, dan pautas de higiene del sueño. En caso de que necesites ir al médico para que te ayude con el insomnio, ten en cuenta que el tratamiento precisará seguimiento. En algunos casos puede aparecer dependencia. Recuerda que tú tienes más responsabilidad aún que el médico en tu propio tratamiento.
Hay gran variedad de pastillas que suelen prescribirse para poder dormir y las más comunes son benzodiacepinas. El médico elegirá la que más se adapte a ti, pero ten en cuenta lo siguiente:
- Algunos medicamentos te ayudan solamente a permanecer dormido, pero no a conciliar el sueño, como la doxepina.
- Otros medicamentos solo te ayudan a conciliar el sueño, pero no a permanecer dormido, como el ramelteon.
- Algunos sirven para ambas cosas, pero lo habitual es que creen dependencia. Los dos anteriores no crean dependencia. Sin embargo, uno solo vale para el insomnio de inicio y el otro para el de mantenimiento.
Ante la posibilidad de que un medicamento cree dependencia o tenga efectos secundarios, merece la pena buscar también otras alternativas.
¿Hay otras alternativas a la farmacología?
Existen otras ayudas que podemos usar como alternativa o como refuerzo del tratamiento farmacológico:
- Tratamiento psicológico. Es muy recomendable apoyar el tratamiento farmacológico en la intervención psicológica. Lo más habitual es utilizar la terapia conductual y la terapia cognitivo conductual. Así puedes modificar las ideas y conductas aprendidas sobre el sueño. Estas pueden estar condicionando tu mejora, así que es muy buena idea.
- Meditación y técnicas de relajación. Existen muchas técnicas que pueden servirte y puedes practicarlas desde casa fácilmente. Lo ideal es que te enseñe algún profesional para que las lleves a cabo correctamente.
- Melatonina. Esta sustancia que se libera naturalmente en el organismo nos ayuda a dormir. Por disminución en su producción, por ejemplo, puede ser muy útil tomarla.
- Valeriana y otras hierbas medicinales con propiedades sedantes que inducen al sueño.
Podemos ver, en definitiva, que hay muchas opciones y muy diferentes entre ellas para tratar el insomnio. Para elegir la más adecuada es necesario saber qué tipo de insomnio padecemos. Acudir al médico es la mejor opción, siempre, pues podrá orientarnos sobre nuestro caso personal. Recuerda que puedes combinar varios tipos de tratamientos. Además, si tu insomnio es leve quizá no necesites hacer uso de la farmacología. Esperamos que te haya sido de utilidad este artículo para elegir el mejor tratamiento para ti.