En este Día Internacional de la Mujer (8M) queremos hablaros de un concepto que está siendo tendencia en los últimos años: el mainstreaming o transversalidad de género. Un concepto que puede parecer nuevo, pero que ya cuenta con más de tres décadas de vida. Y es que, como ya sabes, hoy en día se promueven muchas medidas que pretenden fomentar la igualdad entre mujeres y hombres desde todos los puntos de vista. Es por ello por lo que en este 8M te explicamos en qué consiste el mainstreaming, qué principios lo rigen y cómo se aplica, entre otros aspectos.
Matricúlate en el máster online en igualdad de género y aprende a diseñar planes de igualdad de oportunidades y prevención de la violencia.
Índice de contenidos
¿Qué es el mainstreaming de género?
Este concepto, que podemos traducir como transversalidad de género, persigue que el género esté integrado tanto en los procesos de gestión como en la toma de decisiones de las políticas públicas. Esto quiere decir que la igualdad de oportunidades y de trato ha de ser un objetivo integral para todas las políticas de la administración.
Por lo tanto, se considera transversalidad de género o mainstreaming a todas aquellas acciones que se llevan a cabo para alcanzar y fomentar la igualdad efectiva en los procesos de ejecución, evaluación y planificación de dichas políticas. Con ello, se reconoce la desigualdad de género existente y se afronta el problema como público, haciendo que todas sus administraciones tienen que ser capaces de abordarlo.
Mediante esta herramienta de género se consigue incorporar la perspectiva de género a las políticas públicas en su totalidad. No se trata únicamente de legislar para las mujeres, sino de analizar el impacto de las medidas, de las normativas, de las acciones o de las propias políticas con el fin de erradicar la desigualdad efectiva entre hombres y mujeres.
En definitiva, este concepto se sustenta en la base de que las políticas públicas que se aplican a mujeres y hombres han de tener la misma eficacia. Para ello, es imprescindible realizar acciones tendentes a analizar los efectos de las mismas, y, de ser necesario, implementar acciones positivas que garanticen la consecución del objetivo de la igualdad. En definitiva, el grupo en desigualdad tiene que recibir las acciones que sean necesarias para garantizar las mismas oportunidades, derechos y obligaciones.
Origen del mainstreaming
La primera vez que apareció el concepto fue en 1985, concretamente en la III Conferencia Mundial sobre las Mujeres de la ONU en Nairobi. Más tarde, volvería a estar presente en la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres en Pekín, en 1995.
Asimismo, en la actualidad está incluido en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europa (Niza, 2001). Asimismo, la herramienta está recogida en la Agenda Social Europea de Lisboa (2001), que tiene como objetivo alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres en materia de empleo.
Principios del mainstreaming de género
Cinco son los elementos clave para implantar esta herramienta en las políticas públicas. Veámos en qué consisten:
La igualdad en el centro de las políticas públicas
Como ya te hemos contado, el objetivo principal es la aplicación en las políticas públicas de la perspectiva de género. Todas las entidades públicas han de promover la igualdad entre hombres y mujeres. No se trata únicamente de reconocer esta desigualdad para combatirla, ya que los altos responsables en la toma de decisiones deben mostrar compromiso e implicación de una forma visible.
Implantación bajo un estricto compromiso
Cuando las entidades públicas se proponen implementar la transversalidad de género, es necesario que todos los agentes implicados a la hora de desarrollar las políticas públicas se comprometan con el objetivo y la estrategia para alcanzar la igualdad efectiva.
El compromiso tiene que traducirse en nuevos enfoques y responsabilidades de trabajo, con el objetivo de terminar con aquellas situaciones y factores que promueven la desigualdad entre mujeres y hombres en sus distintas áreas de actuación.
Formación en igualdad de género
La formación en igualdad de género es esencial para todos los agentes que gestionan las políticas públicas y que toman las decisiones. Esta formación promueve el desarrollo de conocimientos y habilidades sobre análisis, relaciones y políticas de género.
Diseño de un marco cooperativo
Todos los agentes que estén implicados en lo que respecta a las políticas públicas tienen que ser partícipes de la implantación del mainstreaming. En tal sentido, es condición necesaria el diseño de un marco cooperativo que conduzca de forma articulada el proceso.
Implantación de metodologías eficaces
Para que las entidades públicas sean capaces de identificar los factores y situaciones de desigualdad que puedan existir, resulta crucial implantar metodologías eficaces.
Políticas específicas de Igualdad de Oportunidades y mainstreaming
Actualmente, algunas políticas relativas a la transversalidad de género plantean acciones articuladas como las que siguen:
- Apoyo a la Administración General del Estado para conseguir una integración entre la perspectiva de género y aquellas políticas que promuevan su desarrollo.
- Apoyo al Fondo Social Europeo en la evaluación, incorporación y seguimiento del mainstreaming de género en las actuaciones que se llevan a cabo en las distintas comunidades autónomas.
- Incorporación a las actuaciones y proyectos transnacionales de la igualdad de oportunidades.
- Apoyo y asesoramiento a la Red Europea en materia de transversalidad de género.
- Impulso en la participación de las mujeres para el desarrollo en materia de igualdad en las políticas públicas, así como el fortalecimiento asociativo del movimiento.
¿Cómo se aplica la transversalidad de género? Ejemplos
Para aplicar el mainstreaming, es necesario poner en marcha un proceso técnico y político que integre la igualdad de género. En ese sentido, resulta fundamental establecer métodos, criterios y procesos como los que te mostramos a continuación:
- Equilibrio en la presencia de hombres y mujeres en las administraciones y órganos de representación y participación.
- Dotar de recursos humanos, técnicos y materiales para poner en marcha políticas de igualdad.
- Comunicación no sexista a nivel administrativo.
- Coordinar las administraciones para la igualdad de género
- Ejecución, planificación, diagnóstico y evaluación de los planes y las políticas que tengan perspectiva de género.
A modo de resumen, el mainstreaming de género es un paso más a la hora de generar un cambio social necesario. Promover la igualdad efectiva entre hombres y mujeres es un imperativo que debe partir desde las políticas públicas y regar a toda la sociedad en su conjunto.