La nutrición infantil juega un papel imprescindible en el crecimiento del niño. Y es que su importancia radica en su repercusión directa tanto sobre el desarrollo físico del pequeño como en el desarrollo intelectual del mismo. Es debido a la importancia de la nutrición infantil por lo que aparecen tantos mitos y “bulos”. Por ello, hoy hablamos sobre ello y ponemos luz en la oscuridad. ¿Te gustaría especializarte en este ámbito? ¡No pierdas la oportunidad de formarte como técnico en nutrición infantil a través de nuestra titulación online.
Índice de contenidos
Mitos y verdades sobre alimentación y nutrición infantil
Aunque hay algunas costumbres arraigadas en nuestra sociedad, lo cierto es que la alimentación y nutrición infantil también acumula mitos y bulos muy extendidos. Por ello, a continuación hacemos acopio de los más sonados y desmentimos las mentiras y falsedades.
Mi hijo no come fruta, pero bebe zumos
Un zumo no es una pieza de fruta, y una pieza de fruta no es un zumo. Lo importante en este punto es tener en cuenta cómo se ingiere el azúcar de la fruta. Mientras que si el pequeño consume la pieza entera adquiere la fibra y todos los nutrientes de la misma, con el zumo adquiere el azúcar (Fructosa) libre.
Hay que desayunar cada día cereales
Consumir cereales con leche es una costumbre muy arraigada en nuestra sociedad. Sin embargo, no es, ni mucho menos, obligatorio consumir los cereales a primera hora. Además, como vamos aprendiendo poco a poco, los cereales “de toda la vida” suelen tener una cantidad ingente de azúcar. Lo mejor es apostar por sus versiones integrales sin procesar y con la menor cantidad de azúcares añadidos posible.
Los niños no pueden comer huevo
Otro de los bulos en cuanto a nutrición infantil es que el consumo de huevos puede generar colesterol. Este es otro mito nutricional. Es cierto que la yema del huevo tiene colesterol, pero lo que fomenta la hipocolesterolemia es, principalmente, el sedentarismo. Por ello, se recomienda que a partir de los 15 meses puedan incluir hasta 5 huevos semanales. En niños mayores a los 10 años, el consumo puede ser como en las personas adultas: un huevo diario.
Si está resfriado, que no tome leche
Un mito también muy arraigado. Son muchos los defensores de este bulo que prohíbe los lácteos cuando hay mucosidad o resfriados. La leche hace que la sensación de tener flemas más “espesas” en la garganta sea real. Sin embargo, su consumo no aumenta la producción de mucosidad.
Si no te lo comes, lo vas a merendar
Costumbre que todos hemos visto e incluso vivido. Es usual que algunos niños rechacen ciertos platos o no puedan acabarse ciertas cantidades. Aun así, es contraproducente obligarle o amenazarle con “meriendas de brócoli”. Cabe recordar que, además de alimentarles, como educadores, tutores o madres y padres tenemos el deber de educarles. Transmitir valores y educación nutricional es primordial en ciertas edades.
Beber agua es importantísimo
Para todas las personas, pero en niños aún más. Tal como es imprescindible una buena nutrición infantil, también lo es una buena hidratación. En este sentido, también deberemos limitar el consumo de otras bebidas que no sean el agua y más si hablamos de bebidas azucaradas (refrescos, zumos, batidos, yogures líquidos…).
Si haces los deberes, merendamos “chucherías”
No es para nada recomendable utilizar la comida como premio, ni tampoco como castigo. No debemos relacionar el comportamiento del niño con su alimentación bajo ninguna circunstancia. Lo importante es que el pequeño adquiera ciertos hábitos saludables, sea cual sea su comportamiento o conducta.
Consejos sobre nutrición infantil
A continuación encontraréis algunos consejos para enfocar la alimentación infantil como educadores, padres o tutores. Aun así, cabe recordar y subrayar que ante la duda preguntaremos a nuestro pediatra de referencia, quien se asegurará de que las pautas nutritivas son las adecuadas para cada niño o niña.
Establecer horarios
Es usual que algunos niños no quieran comer, o prefieran “retrasar” la hora de la comida para seguir jugando. Como en muchos otros hábitos, es importante establecer horarios para cada comida, de manera que el niño los acabe incluyendo como hábito en su rutina diaria.
Prepara platos ingeniosos y coloridos
Con los pequeños, es imprescindible la originalidad y la creatividad. Cuanta más imaginación le eches, más interesados se sentirán los más pequeños por probar la comida. Otro truco es preparar los platos con colores llamativos.
Picotear entre horas
Lo cierto es que, si los pequeños consumen sus cinco comidas diarias, no deberían tener que buscar ratos en los que picotear. Lo que para los adultos es un picoteo, para los niños forma parte de su “rutina” de comida. En la nutrición infantil, los tentempiés de media mañana y de media tarde son imprescindibles. Podemos elegir algún lácteo, algún fruto seco o alguna pieza de fruta.
Limita los pasatiempos en casa y fomenta el deporte
La alimentación y la nutrición infantiles están estrechamente relacionadas con los hábitos y estilo de vida de los adultos. Aprender a comer de pequeños es muy importante para tener, en el futuro, una buena salud alimenticia. Por ello, durante la infancia promoveremos el deporte y las actividades al aire libre.