Dentro de las estrategias comerciales de una empresa, el marketing de contenidos ha adquirido gran relevancia en los últimos tiempos. La elaboración de información para la captación y la conversión de posibles clientes es, sin embargo, infravalorada en ciertas ocasiones. Frente a la improvisación que se ejerce en determinadas ocasiones, nosotros te proponemos esta guía básica para llevar a cabo un buen plan de contenidos. Recuerda que además en Esneca podrás estudiar marketing digital y especializarte en este ámbito.
Índice de contenidos
¿Qué es un plan de contenidos?
Si has llegado hasta aquí sin saber responder a esta pregunta, no te preocupes. Un plan de contenidos consiste en el establecimiento de una estrategia de mercado basada en la creación de publicaciones dirigidas a un público objetivo. Pueden ser variadas: entradas de blog, posts en redes sociales, vídeos e incluso los cada vez más utilizados podcasts. Mediante la planificación de esta estrategia de marketing, se establecerá no solo la tipología de publicaciones, sino otros aspectos como la temática (de qué quiere hablar tu empresa), la periodicidad (cada cuánto quieres dirigirte a tus futuros clientes y suscriptores), o el formato.
Partes del plan de contenidos
Vamos a explicarte brevemente de qué partes tiene que estar compuesta tu estrategia de contenidos para que no se te escape nada.
El análisis previo de la empresa (DAFO) y la investigación del segmento de mercado
Todos los que tienen una relación mínima con el marketing de contenidos deben conocer el sistema DAFO (SWOT en inglés, para los que practicáis el bilingüismo). Debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades son las variables a tener en cuenta:
- Debilidades (weaknesses): circunstancias en la empresa que hacen que no funcione al 100 % de sus posibilidades y que deben ser modificadas o eliminadas.
- Amenazas (threats): todo aquello ajeno a la compañía que pueda dificultar la consecución de las metas establecidas y que debe ser tenido en cuenta para elaborar la estrategia.
- Fortalezas (strenghts): elementos que funcionan en la empresa y que hay que mantener y potenciar.
- Oportunidades (opportunities): teniendo en cuenta el mercado en el que se desarrolla tu negocio, qué beneficios puedes extraer de ello para aumentar tus ventajas a la hora de competir con otras empresas del sector.
Es un gran error establecer una estrategia sin haber realizado un análisis previo de la situación de la empresa. Por eso, el sistema DAFO resulta fundamental.
En la primera parte del plan de contenidos debe incluirse, además de la matriz DAFO, un estudio sobre el mercado en el que te vas a mover. Aunque en el análisis que acabamos de explicarte se tienen en cuenta las amenazas y oportunidades, que son elementos externos (y no dependen solo de tu compañía), hay que hacer una investigación más exhaustiva desde el punto de vista de contenidos de los que el público ya está servido por parte de las empresas con las que compites. Solo así podrás encontrar el nicho mediante el cual definir tu voz.
¿Qué objetivos debe tener el plan de contenidos?
Primero, pregúntate si quieres que estos objetivos se consigan a corto o largo plazo. Posiblemente, cuando elabores tu lista, podrás valorar en qué plazos es posible llegar a ellos. También tenemos que decirte que establecer objetivos realistas pero exigentes será la clave de tu éxito. No puedes prepararte unas oposiciones una semana antes de la convocatoria, aunque tampoco te interesa sacártelas en 10 años, ¿verdad? Lo mismo sucede en este caso.
Debes saber que las metas a alcanzar no se basan en incrementar el número de ventas o el capital de la empresa, sino en mejorar el posicionamiento de tu compañía. Así conseguirás que esté en boca de todos y sea la primera (o de las primeras) en la que la gente piense cuando quiera adquirir ciertos artículos.
Público objetivo
A veces resulta difícil establecer un solo modelo de público objetivo en nuestro plan de contenidos. Pero es la pieza clave para ubicarte en el mercado. A priori, debes pensar que tu público objetivo es todo aquel que quiera comprar tu producto. Pero, cuando pones en marcha estrategias de marketing de contenidos, debes acotarlo. Tienes que establecer una conexión directa entre el interés por las informaciones que lanzas a los receptores y el deseo de compra de estos. Si vendes equipamiento deportivo, sabes que tu mercado está entre las personas a las que les gusta el deporte. Ahora bien, si deseas vender equipos de esquí para el invierno y promocionar tablas de surf en estaciones calurosas, tendrás dos perfiles diferenciados. Por tanto, existen contenidos distintos en los que enfocarte, cuyas fechas podrás prever con antelación. Esto nos lleva al siguiente criterio.
Calendario de actuación
La planificación dentro del plan de contenidos es una redundancia necesaria. No solo en cuanto a fechas, sino que, además, este recurso permite mantener al día todas las vías que estés utilizando para la difusión. También importa de qué hables. Mediante un calendario podrás establecer la fecha en la que vas a publicar, qué tipo de publicación (vídeo, texto, tutorial, sorteo, etc.) y, sobre todo, de qué vas a hablar en ella. No “calques” los mismos contenidos en todos los canales. Adáptalos a cada plataforma.
Añade un poco de SEO
Es posible posicionarse sin pagar y sin renunciar a la calidad de la información. Cuanto mejor conozcas las técnicas de SEO, mejor podrás aprovecharte de ellas. Eso sí, cada vez se penaliza más en los motores de búsqueda la repetición abusiva de palabras clave o la falta de variedad semántica. Establece en tu plan un criterio de utilización de aquellas palabras que sabes que van a funcionar y llévalo a cabo. Aquí puedes aprender más sobre cómo hacer seo para empresas.
Como has podido ver, en esta pequeña guía se resumen los pasos que consideramos básicos para realizar un buen plan de contenidos. Debes empezar por mirar hacia ti mismo (tu compañía) y terminar por echar un vistazo a tus competidores y a su forma de trabajar. A partir de ahí, importa qué quieres que se sepa de tu compañía y cuándo quieres que vayan sucediéndose esos pequeños objetivos que te vas marcando.