¿Sabes en qué consiste la presoterapia? Puede que así sea y quieras saber cómo maximizar sus beneficios. Sin embargo, dada la cantidad de terapias de belleza existentes, también puede que no sepas qué es. Para todo el mundo que desee acercarse a esta terapia hemos preparado este artículo. Quédate con nosotros, conócela a fondo y descubre nuestro curso de estética online, la formación que necesitas para ampliar tus nociones en belleza.
Índice de contenidos
¿Qué es la presoterapia?: Definición y objetivos
La presoterapia es un tratamiento que usa la presión del aire para masajear la piel, activar el sistema linfático y mejorar la circulación sanguínea. Perteneciente al campo de la medicina estética, aunque sea tan conocido ahora, existe desde los años sesenta del siglo anterior. Su origen radica en la necesidad de tratar problemas vasculares tras la realización de la vasectomía.
La presoterapia tiene como objetivo principal activar el sistema linfático, mecanismo encargado de eliminar toxinas, limpiar el organismo y defenderle ante ataques externos. Se ha vuelto realmente popular y no faltan razones para ello: lo son su sencillez, su comodidad, su precio y, por supuesto, su efectividad. Además, por si tenías esta duda, no es una técnica dolorosa en absoluto.
¿Para qué sirve la presoterapia?
Este tratamiento de medicina estética se emplea para:
- Eliminación de toxinas: Gracias a la presión ejercida sobre el cuerpo, la presoterapia favorece la eliminación de toxinas.
- Reducción y eliminación de la celulitis: Asimismo, se disminuye la cantidad de celulitis en la zona en la que se recibe el tratamiento estético.
- Tratar la retención de líquidos. Uno de los grandes beneficios de la activación del sistema linfático.
- Tratar el proceso postoperatorio de una liposucción.
- Eliminación de varices.
- Tratar tanto edemas como linfoedemas.
¿Cómo funciona la presoterapia?
La presoterapia consiste en envolver al cliente, ya sea hasta el pecho o por zonas, con un cobertor específico. Este va conectado a un compresor de aire, que irá controlando la presión del mismo dentro del cobertor. Al alternar relajamiento y compresión se va efectuando el masaje activador del sistema linfático, que se efectúa de forma ascendente. La presión del aire, además de movilizar las toxinas, puede romper algunas acumulaciones de grasa. Tras eso, se pone en circulación con el resto de líquidos que serán eliminados por el sistema linfático.
Por lo general, las sesiones duran media hora y su el número a realizar dependerá de las necesidades de cada cliente. Se recomienda no solo guiarse por el precio, sino también por el equipo profesional, las instalaciones y la aparatología del centro de estética.
Contraindicaciones de la presoterapia
El abanico de personas que pueden beneficiarse de la presoterapia es muy amplio. Sin embargo, hay varios casos en los que no se debe utilizar. Te los contamos aquí:
- Personas con problemas cardíacos. Estas personas deben consultar con su médico de referencia la aplicación de algunos tratamientos estéticos.
- Personas que sufren de hipotensión o de hipertensión.
- Personas que tengan infecciones en la piel, así como inflamaciones de cualquier tipo. Al tratarse de una terapia ejercida a través de la piel, no se recomienda aplicarse cuando la zona no está completamente sana.
- Pacientes de oncología que estén en tratamiento.
- Personas con hipertiroidismo.
- Personas que tengan insuficiencia arterial, tromboflebitis superficial o trombosis venosa profunda.
- Mujeres embarazadas deberían evitarla.
¿Qué beneficios tiene la presoterapia?
Los efectos de la presoterapia sobre el cuerpo suelen percibirse a los pocos días, provocando:
- El organismo estará mejor oxigenado, con todos los beneficios que esto conlleva en todos los sentidos.
- Mayor firmeza y tonificación en el cuerpo.
- Baja la presión arterial.
- Favorece la estimulación del sistema inmune.
- Mejora la sensación de pesadez y de cansancio en las piernas, al favorecer la circulación.
- Si se aplica en la zona abdominal, mejora el tránsito intestinal.
- Alivia el estrés y la tensión muscular.
¿Cómo multiplicar sus beneficios?
La mejor manera de aprovechar sus ventajas es utilizar el número de sesiones que recomienden los especialistas. Tras esto, hay otras acciones que se pueden llevar a cabo, como mantener un estilo de vida activo que favorezca un buen estado de salud. No obstante, no se recomienda hacer ejercicio una hora antes ni una hora después de su aplicación. Asimismo, mantener una alimentación sana, no tomar alcohol y no fumar son otros aliados clásicos de la salud y la estética. No por clásicos dejan de ser efectivos, así que deben tenerse en cuenta.
Cabe destacar que, combinar esta técnica con otros tratamientos puede ser muy útil en algunos casos. Es el caso de la cavitación, que te explicamos en qué consiste a continuación.
Cavitación y presoterapia: combinación ganadora
La cavitación es conocida como la liposucción sin cirugía. La cavitación es muy efectiva contra la celulitis y ayuda a reducirla sin intervenciones quirúrgicas. Actúa mediante ultrasonidos y sus resultados comienzan a apreciarse en la primera sesión. También ayuda en cicatrices, edemas y hematomas. Suele aplicarse en las piernas, los glúteos, las caderas y el abdomen. Como ves, ambas técnicas comparten zonas de aplicación y objetivos.
Unos días tras la sesión de cavitación es conveniente aplicar la presoterapia. Contribuye a reducir la grasa y el volumen corporal. Suelen recomendarse entre 10 y 12 sesiones, aunque esto deberá concretarlo el especialista. La ventaja de su combinación es que son muy poco agresivos, muy compatibles y muy eficaces. Con ambas terapias no solamente mejora el aspecto físico, sino también el estado de salud.
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