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Más de un directivo a la vieja usanza no entendería por qué un psicólogo podría aportar algo a su empresa. La realidad es que, en nuestro país, necesitar un psicólogo no está bien visto. Solemos asociarlo erróneamente a problemas y debilidad. Sin embargo, afortunadamente, en otros países no es así y saben apreciar su inestimable ayuda. En diferentes momentos de la vida, procesos de cambio o crisis, un psicólogo puede ser la guía necesaria. En las empresas, la psicología empresarial presta un gran servicio. ¿Te gustaría formarte en este ámbito? No te pierdas nuestro máster de project manager y consigue el mayor rendimiento posible en un negocio. Ahora sigue leyendo, porque si quieres conocer todo lo que puede aportar, te lo contamos a continuación.

¿En qué consiste la psicología empresarial?

La psicología empresarial es la ciencia que estudia cómo conseguir una mejora laboral en distintos ámbitos. Para ello, trata de comprender la conducta humana y combina esos conocimientos con la experiencia del mundo empresarial.

Al final, tras su intervención, busca haber encontrado una manera de trabajar eficaz a la vez que sostenible. Esto debe ser válido tanto para el trabajador como para la empresa.

¿Cuáles son los objetivos de la psicología empresarial?

La psicología empresarial usa métodos sociales de investigación para sus fines. Estudia los lugares de trabajo, los trabajadores y las organizaciones en sí. De este modo, va consiguiendo poner en armonía las necesidades de las partes implicadas. Así se pueden crear relaciones de beneficio mutuo entre todos. Algunos de los métodos que usa son:

  • Recopilación de datos mediante encuestas, cuestionarios, entrevistas y estudios de casos.
  • Técnicas analíticas, como es la estadística.

Utilizando una mezcla de métodos cualitativos (por ejemplo, entrevistas) y cuantitativos (por ejemplo, estadísticas), se obtienen muy buenos resultados.

¿En qué áreas se aplica la psicología empresarial?

Los beneficios son indudablemente positivos para todos los sectores de la empresa. No obstante, te destacamos unos que obtienen más rendimiento que otros.

1. La gestión del personal

Se puede ver muy beneficiada, por ejemplo, en:

Básicamente, es esta rama de la psicología la que puede seleccionar, orientar y evaluar a los trabajadores. Se pueden analizar perfiles, habilidades, necesidades para un puesto, etc.

2. La formación del personal

Tras haber analizado las carencias y las demandas de desarrollo de habilidades es posible trazar un plan de formación. Trabajadores de todos los sectores pueden adquirir nuevos conocimientos que les ayuden a mejorar su desempeño. ¿Qué mejor manera de evolucionar en la empresa que ayudando a los trabajadores que ya se tienen a mejorar?

3. El asesoramiento al sector directivo

Todos los departamentos son susceptibles de necesitar mejoras en determinados aspectos. El de los directivos no iba a ser menos. Cada trabajador lleva su bagaje de experiencias que lo capacita para desempeñar su labor. Esto también implica una serie de actitudes erróneas que no han sido identificadas con anterioridad. Con este asesoramiento, el directivo puede ver sus puntos débiles y mejorarlos.

4. La estrategia organizacional

La psicología empresarial aporta su granito de arena para encontrar la estructura ideal de cada empresa. Nos referimos a la estructura jerárquica que mejor funciona para conseguir los objetivos que se han establecido. En una empresa puede funcionar una estructura muy vertical (muchos rangos) y en otra, más horizontal (pocos rangos).

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5. Retención del talento

Uno de los fenómenos más temidos por las empresas es la fuga de talento. Y es que, en muchas ocasiones, los equipos directivos y de recursos humanos no saben qué hacer para que un buen empleado no renuncie o cambie de puesto de trabajo.

Dicho de otra forma, la psicología empresarial es un gran aliado para fomentar la retención del talento. Obviamente, deberán aplicarse otras medidas que contribuirán positivamente, tales como la creación de un ambiente laboral atractivo, considerado otro de los pilares de la psicología empresarial.

También deberán tenerse en cuenta factores como la cultura corporativa, los valores de los empleados, la comunicación efectiva y el feedback, y por último, la creación de espacios de trabajo flexibles y agradables. 

En definitiva, la aplicación de la psicología en una empresa tiene un gran impacto en esta área, mejorando las condiciones de los empleados y asegurando a la compañía que crear un equipo sólido es posible si se tienen en cuenta las circunstancias mencionadas.

¿Qué beneficios tiene la psicología empresarial?

1. Mejora el clima de trabajo

Todos los trabajadores observan una corriente de trabajo enfocada a la mejora general. Esto hace que surja el deseo de participar en dicha mejora. La predisposición de los demás a mejorar y la predisposición propia fomentan esta mejoría del clima laboral.

Dicha mejoría mantiene motivados a los trabajadores. El beneficio es doble: mejora su bienestar y se vuelven más productivos.

2. Se eligen mejores perfiles laborales

Además de elegir los trabajadores por su formación y experiencia, se tienen en cuenta otros aspectos. Saber detectar el trabajador adecuado es de un valor incalculable. Se tienen en cuenta otras habilidades como: la capacidad de adaptación, de resistencia al estrés, la iniciativa, etc.

3. Se previenen riesgos laborales

Tanto físicos como psicológicos, los riesgos se reducen debido a la mejora del clima de trabajo. Así, hay menos casos de estrés y de accidentes debidos a distracciones por no encontrarse bien.

4. Mejora el flujo de trabajo

Este aspecto consiste en mejorar la manera en que se establecen los roles y tareas en la compañía. Primero se hace un diagnóstico para ver si funciona el modo actual de reparto de tareas de la empresa. En caso de que se detecten deficiencias, se traza un plan. Se pretende con esto:

  • Reducir el tiempo que se trabaja.
  • Acelerar el trabajo realizado.
  • Automatizar lo que sea necesario.
  • Mejorar el proceso de toma de decisiones.
  • Facilitar la movilidad de los trabajadores dentro de la empresa.

¿Qué hace un psicólogo empresarial?

Hay un orden aproximado en el que deben darse los pasos que transformarán las relaciones laborales en la empresa. Veamos cuáles son estos:

  1. Asesoría. El psicólogo empresarial asesora de forma imparcial, científica y demostrable sobre la situación de la empresa. Así, detecta carencias o problemas en trabajadores, propietarios y directivos.
  2. Diagnosis. Basándose en esas carencias, ayuda a la organización a comprender cuáles son los puntos débiles. Tras ello, establece los retos a superar para mejorar las deficiencias.
  3. Diseño. El experto en psicología empresarial debe diseñar las herramientas que se usarán para superar los retos. También diseña otras que vayan enfocadas a la autogestión en este aspecto. Es decir, que la propia empresa pueda utilizar para controlar e identificar problemas futuros. Como ves, una intervención de este tipo actúa a corto, medio y largo plazo: la idea es conseguir que la empresa pueda funcionar siempre bien.
  4. Solución. Se ponen en marcha las soluciones diseñadas.
  5. Evaluación. El psicólogo revisa la efectividad de las soluciones que se han implementado.

El proceso así descrito parece bastante simple. Sin embargo, como imaginarás, cada empresa es distinta y presenta diferentes desafíos a la psicología empresarial.

Realmente, nos hemos quedado cortos describiendo sus funciones. El mundo de la empresa es tan fascinante como el de la psicología. Ambos, como campo de trabajo son muy amplios y, unidos, consiguen alcanzar metas nunca antes imaginadas. Gracias a la psicología para la empresa, bienestar y productividad se dan la mano y dejan de ser enemigas para siempre.

 

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