Afortunadamente, los prejuicios sobre los profesionales de la psicología se van disipando. Y es que su ayuda ya no es un tabú y puede resultarnos muy valiosa en muchas ocasiones. Si estás investigando, estás interesado o simplemente te apetece saber qué es la psicología infantil, quédate. Hoy te explicamos todo sobre esta disciplina tan valiosa y analizamos cómo puede ayudarnos en algunos casos. ¿Estás preparado? Toma nota y acompáñanos. Además, recuerda que en Esneca Business School podrás formarte en este ámbito. No te pierdas nuestro máster online en psicología infantil. Síguenos.
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¿Qué es la psicología infantil?
Muchas personas, al pensar en la palabra “psicología”, imaginan directamente un despacho en el que dos adultos conversan. Sin embargo, no debemos olvidar que las tareas de estos profesionales van mucho más allá de la psicoterapia en adultos. La infancia es una etapa lo suficientemente determinante para las personas, por lo que la psicología infantil se centra en ella.
Es decir, la psicología infantil busca mejorar la calidad de vida de los más pequeños en cuanto a sus niveles cognitivos, comportamentales y emocionales. En este ámbito de estudio, sin embargo, también se pueden incluir los preadolescentes y adolescentes. Tanto en una franja de edad como en otra, la tarea principal del psicólogo infantil es trabajar la calidad de vida en cuanto a la relación e interpretación del entorno personal del niño o adolescente.
Aún así, debemos tener en cuenta que esta relación, sobre todo en edades tempranas, está muy ligada a la familia cercana. De ahí que en muchas ocasiones el profesional de la psicología infantil recomiende una terapia familiar para intervenir en problemas relacionales.
¿Cuándo acudir a un psicólogo infantil?
Los casos en los que un profesional de la psicología infantil puede ayudarnos son muchos y muy diversos. Como bien comentábamos, el tabú de recurrir a estos profesionales cada vez es menor. Por ello, cada vez pueden intervenir en situaciones más diversas.
Sin embargo, algunas situaciones de las más frecuentes podrían ser resumidas en un pequeño listado. Lo vemos a continuación:
Problemas de aprendizaje
Es una de las situaciones más claras en las que puede intervenir un psicólogo o psicoterapeuta infantil. Los problemas o trastornos de aprendizaje son un área de especialización muy importante dentro de esta disciplina. Algunos de los trastornos que podemos tratar con psicoterapia son la disléxica, las dificultades lectoras o la discalculia.
Acoso escolar o bullying
Si hace apenas una década, el “bullying” era algo estigmatizado y que debía esconderse, afortunadamente hoy en día no es así. El abuso sin motivo evidente que sufren los menores en entornos académicos pueden resultar problemáticos para el menor en cuestión. Acudir a una consulta de psicología infantil puede ser de mucha ayuda para la víctima.
Trastornos y problemas conductuales
Otra de las grandes áreas de estudio de la psicología en la infancia es la de los trastornos de conducta. Será fructífero acudir a una consulta si el menor muestra conductas antisociales asociadas con la destrucción y la agresividad. Asimismo, podemos recurrir también a estos profesionales si el menor experimenta problemas de conducta relacionados con la desobediencia extrema, rabia, enfado o ira descontrolada.
Cambios en la estructura familiar
En su totalidad, los cambios en la estructura familiar, sea cual sea, pueden afectar a los niños y niñas. En este sentido, ya sea por la llegada de un nuevo miembro a la familia o por la separación de la misma, acudir a un psicólogo infantil puede ayudar al pequeño a entender los cambios. Así, fomentaremos su adaptación al cambio y evitaremos el impacto negativo de una incomprensión en el desarrollo conductual y cognitivo del pequeño.
Beneficios de acudir a un psicoterapeuta infantil
Si no estás seguro de si acudir o no a un psicólogo especializado en la infancia y la adolescencia, sigue leyendo. Te explicamos qué beneficios puede obtener el menor y su familia dando este paso. Sin embargo, te recordamos que puedes consultar siempre tu decisión con tu médico o pediatra de referencia. Él podrá evaluar el caso en particular y asesorarte personalmente sobre las mejores opciones.
Detección temprana
En los trastornos de aprendizaje y conductuales, la detección temprana es imprescindible. Hay que tener en cuenta que la infancia es un periodo frenético para nuestro desarrollo cognitivo, emocional y comportamental. De ahí que la intervención de un profesional de la psicología sea trascendental: él o ella podrá intervenir en el momento adecuado para que el desarrollo sea lo más armonioso posible.
Mayor interés por aprender
Los niños que se sienten estables en su entorno muestran mayor interés por aprender. Los más pequeños se muestran más proclives a aprender nuevas cosas, establecer nuevas relaciones o comunicarse con su entorno mucho mejor. De ahí que la intervención de un psicólogo infantil pueda ser imprescindible en el caso de mostrar el niño rasgos asociales, desinterés, baja autoestima o apatía.
Vínculos afectivos fuertes y sanos
En la consulta de un psicólogo infantil podemos aprender a tejer vínculos afectivos fuertes y, sobre todo, sanos. Esto contribuye en gran medida en el niño, que se siente cómodo, seguro y feliz con una relación parental estable y sana. Y es que, por mucho que se intente hacer lo mejor posible, en algunas ocasiones tejer este tipo de relaciones familiares no es fácil y pueden surgir problemas.
Apoyo de profesionales
Tradicionalmente se ha entendido la maternidad y la paternidad como la obligación de dejarse uno la piel por el bienestar de los niños. Sin embargo, no todos nacemos enseñados y la crianza no es un camino fácil de recorrer solos. Contar con el apoyo de profesionales en psicología infantil puede ayudarnos muchísimo en ello.
Sin duda, la salud mental no deja de ser un ámbito que cuidar desde edades tempranas. Es por ello que te animamos a estudiar psicología infantil, para poder ampliar tus conocimientos, ya sea como docente, padre, madre o como futuro profesional de este sector.