Muchos de nosotros, en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido reacciones adversas a medicamentos. Estas pueden ser de muy diverso tipo y gravedad, y jamás deben descuidarse. Es importante saber cómo pueden ser y qué deberíamos hacer en caso de sufrirlas. Te recomendamos leer este artículo para estar preparado ante posibles efectos secundarios no deseados al tomar determinadas medicinas. ¿Te apasiona este ámbito? Descubre nuestro curso de auxiliar de farmacia a distancia.
Índice de contenidos
¿Qué son las reacciones adversas a medicamentos?
En el uso de medicamentos y también en de otras terapias pueden darse efectos no deseados. Son problemas médicos inesperados que suceden durante el uso del medicamento o la terapia.
Los efectos secundarios, en sí, pueden ser positivos o negativos. Se trata de efectos que no se esperan, pero no implica que sean necesariamente negativos. Un ejemplo sería descubrir que determinado medicamento para tratar una enfermedad mejora otro aspecto del paciente sin haberlo buscado. En ese caso, tal vez no te importaría, o no sería de gravedad. Sin embargo, cuando son negativos, estos efectos secundarios se llaman efectos adversos o reacciones adversas. La reacción adversa a un medicamento (RAM) es, según la Organización Mundial de la Salud, una reacción nociva no intencionada que aparece en dosis usadas normalmente en humanos.
Tipos de efectos secundarios indeseados
Es posible que los efectos secundarios estén causados por algo diferente a la acción del medicamento. Si te preguntas cómo, te lo aclaramos con algunos ejemplos:
- Los casos en que interaccionan en el individuo dos medicamentos tomados conjuntamente. Los anticoagulantes y las aspirinas, por ejemplo, no debes tomarlos juntos.
- Algunos alimentos que interaccionan con ciertos medicamentos. El pomelo y las estatinas tampoco debes tomarlos a la vez.
- Determinados suplementos que interaccionan con otros medicamentos. Es el caso del hipérico o hierba de San Juan. Este interacciona con las pastillas anticonceptivas.
- Enfermedades con las cuales no se deben tomar algunos medicamentos. Sin ir demasiado lejos, con una úlcera no se pueden tomar muchas medicinas. No obstante, el listado de enfermedades en las que no se deben tomar determinados medicamentos es bastante largo. Recuerda, además de consultar con tu médico, leer los prospectos con calma.
A veces, olvidamos que tomamos determinada sustancia o tenemos alguna enfermedad crónica a la que ya nos hemos acostumbrado. Y ante estas ocasiones, el riesgo aumenta.
¿Qué puede pasar?
Las reacciones adversas a medicamentos pueden ser de todo tipo. Y son los doctores los que se encargan de evaluarlas, siempre. Sin embargo, te explicamos algunas de las reacciones que pueden suceder.
- Que un medicamento o alimento cambie el efecto de otro medicamento. Podría anularse el efecto de un medicamento o aparecer otro efecto inesperado.
- Algunos efectos leves comunes son mareos y molestias gastrointestinales. Además, suelen desaparecer al suspender el tratamiento. Debes informar a tu médico.
- Otro tipo de efecto común es la alergia. El tipo de reacción alérgica más común aparece en la piel. Puedes sufrir erupciones cutáneas o urticaria tanto leves como graves. También puede manifestarse de otros modos. Siempre que detectes algún síntoma fuera de lo normal, acude a tu médico e infórmale de la medicina que tomas.
¿Qué hacer si detectas reacciones adversas a medicamentos?
Esta es una pregunta que se hacen muchas personas que temen tomar algún medicamento. Y más en los casos de pacientes que ya han sufrido reacciones adversas a medicamentos con anterioridad.
Lo primero de todo es suspender el tratamiento y acudir con urgencia al médico. En el centro de salud averiguarán a qué se han debido las reacciones que hayas experimentado. Una vez fuera de peligro, tu médico te aconsejará otro medicamento si lo estima conveniente.
¿Dónde se notifican las reacciones adversas a un medicamento?
Las RAM, o reacciones adversas a medicamentos, deben ser notificadas a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Existe un servicio específico para esta tarea, que es el Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano. En caso de que hayas acudido al médico con determinados efectos no deseados, el profesional sanitario informará de ello. No es una obligación, pero cuando las reacciones son muy graves, cualquier médico suele informar de ello.
También tú puedes informar a este organismo. En su web puedes rellenar un formulario con los datos necesarios. No lo dejes pasar, puedes ser muy útil a otras personas. No importa si no estás seguro del todo. Si tienes grandes sospechas y la reacción ha sido grave, no hay tiempo que perder.
Todos los datos que puedas aportar serán bienvenidos. Los fundamentales a incluir son:
- Nombre del medicamento.
- Vía de administración.
- Dosis, frecuencia y posología.
- Fechas de uso.
- Reacciones.
- Detalles del paciente. Si puedes, añade datos como: sexo, edad, peso y patologías.
- Otros medicamentos tomados a la vez o muy recientemente.
¿Son seguros los medicamentos?
Cuando un medicamento se lanza al mercado, ha pasado por controles de todo tipo. Primeramente se han efectuado las investigaciones pertinentes. Tras ello, se trabaja en el desarrollo del fármaco. Este periodo puede llevar bastante tiempo y pasa por varias fases. Todo este trabajo tiene como objeto asegurar que el medicamento será útil y seguro. Además, tras lo que te acabamos de resumir, para ser vendido en España un medicamento tiene que ser autorizado, ya sea por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios o por la Comisión Europea.
Con esto queremos decirte que los medicamentos que son aprobados son seguros. Sin embargo, cada ser humano tiene unas particularidades únicas que pueden hacer que presente reacciones no esperadas. En cuestiones de salud, tu decisión y la del médico son las más importantes. El asesoramiento de un médico siempre debe ser imprescindible ante la decisión si tomar o no un medicamento. Ahora ya sabes un poco más sobre algunos riesgos de las reacciones adversas de los medicamentos. En caso de que experimentes alguno de estos efectos no deseados, sabrás qué hacer. ¡No dejes de informar de ellos tanto a tu médico como al organismo correspondiente! Puedes ayudar a mucha gente con un solo gesto: ¡te lo agradecerán mucho!