¿Sabías que existen una clase de robot colaborativo? Estos contribuyen al desarrollo tecnológico y permiten optimizar los procesos industriales en una amplia variedad de sectores. Te contamos qué son, cuáles son sus características y algunos ejemplos de cobots para que lo tengas más claro en este nuevo blog sobre robótica, ¡sigue leyendo para conocer todos los detalles!
Índice de contenidos
¿Qué son los cobots o robots colaborativos?
Los robots colaborativos también reciben el nombre de ‘cobots’. Se trata de un autómata que opera junto con los humanos prestando asistencia en diferentes tareas y procesos. A diferencia de los típicos robots industriales, un cobot a sido diseñado y construido expresamente para interactuar con los humanos en un entorno compartido y optimizar su eficiencia.
El objetivo de los cobots es realizar cualquier trabajo manual o repetitivo, especialmente aquello que suponen un riesgo para los trabajadores como puede ser el manejo de maquinaria pesada o herramientas cortantes, por ejemplo. Gracias a una implementación de visión artificial pueden comunicarse con los humanos y detectar su presencia. Esto es posible por los sensores de movimiento que llevan incorporados.
Características de los robots colaborativos
Los robots colaborativos se diferencian de los más tradicionales por la presencia de ciertas características, que incluyen:
- Tamaño compacto. Los cobots tienen medidas pequeñas y pueden incorporarse con mayor facilidad en procesos de producción.
- Móvil. Es mucho más fácil mover un cobot que un robot tradicional. Por ello, pueden realizar una variedad de tareas mayor en distintas ubicaciones de una empresa.
- Instalación fácil. Con el sencillo proceso de instalación y programación, los robots colaborativos pueden operar en muy poco tiempo.
- Flexible. Es muy fácil que aprendan nuevas operaciones y se puedan incorporar a distintas fases de un proceso de producción.
Ejemplos de cobots
Un ejemplo de cobot lo podemos encontrar en los almacenes. El área logística es perfecta para implementar un robot colaborativo, siendo muy habitual (y cada vez más) encontrar cobots que se desplazan siguiendo una ruta programada y llevando y trayendo pedidos.
Este mismo tipo de robot colaborativo es el que encontramos en algunos restaurantes, que incorporan a su plantilla ‘camareros’ robots. Este ejemplo de cobot en restauración es uno de los más extendidos en el día a día y permite optimizar el trabajo especialmente en grandes superficies.
Podemos encontrar cobots en industrias de todo tipo, desde la alimentaria hasta la hostelería, la medicina, la logística, la automotriz, la tecnológica y la farmacéutica, por enumerar algunos, y su uso cada vez está más extendido. Con la mejora y avances de las tecnologías resultará más habitual encontrarlos en todo tipo de sectores.
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