La robótica industrial y la automatización lideran la nueva era de los procesos productivos y la gestión de almacenes. Cada vez más fabricantes y empresas invierten en automatizar sus procesos con el objetivo de aumentar su productividad. La tendencia a utilizar nuevas tecnologías en el sector de la fabricación es imparable. ¿Te apasiona este ámbito? No te pierdas nuestro curso de robótica online.
La robótica industrial tiene múltiples aplicaciones y puede implementarse en distintos tipos de empresa, más allá de las cadenas de producción. Todos hemos visto las virtudes de los almacenes automatizados de Amazon, el gigante de la venta online. La automatización de almacenes permite ahorrar espacio y tiempo, incrementando notablemente la efectividad y la rentabilidad de los procedimientos.
No podemos negar que esta revolución tecnológica conlleva muchas ventajas. Sin embargo, si los robots se encargan de las tareas que antes realizaban las personas, ¿Cómo influye este cambio en el futuro de los trabajadores?
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Robótica colaborativa
La clave de todo está en la robótica colaborativa. El desarrollo de los robots industriales tiene un objetivo: que robots y personas trabajen juntos. En un principio, los robots no podían distinguir entre objetos y personas. Para impedir accidentes, los espacios de producción automatizada y los de los trabajadores estaban completamente separados. Actualmente, la robótica industrial dispone de inteligencia artificial y de sensores capaces de detectar el movimiento y la fuerza. Este avance tecnológico es el que permite un trabajo conjunto entre máquina y persona.
La robótica colaborativa es el futuro prometedor de las empresas que pretendan avanzar con las nuevas tecnologías. Aunque tiene algunos beneficios inherentes que todos conocemos, seguro que hay algunas que no conoces. Aquí va un pequeño resumen de ellas. Estas son sus ventajas más destacables:
Múltiples funciones
Los robots colaborativos pueden desempeñar tanto tareas simples y sencillas como tareas más complejas. Se pueden adaptar a las necesidades de la cadena de producción para facilitar y agilizar el trabajo de los empleados. Instaurar un plan de robotización en cualquier industria pasa por evaluar las necesidades que deben ser cubiertas. Sin esta previa evaluación y determinación, la introducción de la automatización puede desequilibrar la producción y rendimiento.
Producción continua
Automatizar los procesos implica que la producción se pueda realizar durante 24h sin interrupciones. Si los objetivos lo requieren, la empresa puede permitirse una fabricación continuada, sin tener que parar y reanudar los procedimientos. Asimismo, los robots pueden sustituir a los humanos mientras realizan sus descansos. La ventaja es que pueden dejarse programados gracias a las últimas tecnologías, de manera que ya no se necesita una persona que revise a tiempo completo su actividad.
Aumento de la productividad
Si se han hecho los previos pasos de estudio, la implantación de la robótica es un paso importante. La robotización de las tareas y a la producción continuada implican, directamente, un gran incremento de la producción y de la productividad. Esto se traduce en más rentabilidad para la empresa.
Eficiencia energética
La robótica industrial permite llevar a cabo las tareas de una forma más minuciosa. Esto implica que puede funcionar sin generar desperdicios y, por tanto, las tareas resultan mucho más eficientes y sostenibles. Una gestión eficiente de la energía es un plus de funcionalidad para cualquier empresa que quiera alcanzar el éxito.
Puestos de trabajo cualificados
La revolución tecnológica implica que se generen nuevos puestos de trabajo en muchos sectores. También conlleva que los empleos existentes se actualicen para que las personas y los robots colaboren y compartan tareas. Las empresas que incorporen la robótica industrial a sus procedimientos, deberán también implementar programas de formación para preparar a los empleados. Se trata de un proceso de cambio que se debe trabajar conjuntamente con el departamento de recursos humanos. Así, ambos departamentos se benefician del potencial y los conocimientos de la plantilla.
La generación de los nuevos puestos de trabajo implicará la recolocación de trabajadores. Además, acoger la automatización es una forma de actualizar la formación de los empleados de un negocio. Lo que, a su vez, se traduce en una plantilla más formada, motivada y adaptada a la robótica colaborativa.
Demanda de expertos en robótica industrial
Las nuevas tecnologías siempre traen consigo nuevos puestos de empleo. Un sector que evoluciona con tanta rapidez requiere profesionales cualificados capaces de adaptarse a las demandas del mercado y al desarrollo constante de las herramientas de trabajo que se implantan en las empresas. El auge de este sector implica una fuerte demanda de técnicos en robótica industrial capaces de gestionar las unidades y los procesos de producción. Son estos profesionales los que se encargan de gestionar estas nuevas líneas de producción y las nuevas rutinas de funcionamiento.
Por otro lado, las empresas se enfrentan al desafío de atraer a perfiles profesionales competentes y también a conservarlos. Además, también deben afrontar el reto de formar a nuevos profesionales que sepan lidiar con las nuevas tecnologías de manera eficiente. La fuga de talentos no es un buen negocio, y menos en el sector de la robótica. Un trabajador altamente cualificado y especialista en los procesos concretos de una empresa no puede dejarse escapar para “entregárselo” a la competencia.
Supresión de empleos manuales
La parte más negativa de esta revolución tecnológica es la pérdida de algunos empleos. En principio, los puestos que se verán más afectados son los que conllevan trabajos manuales y repetitivos, habitualmente, los que se efectúan en las cadenas de producción. Por tanto, los trabajadores que se verán más afectados serán los del sector industrial. No obstante, como hemos visto anteriormente, este tipo de empleado puede recolocarse dentro de la misma empresa e incluso optar a un puesto superior.
Los trabajadores vinculados a empleos en peligro de extinción deben adoptar una actitud proactiva y formarse para adecuar sus capacidades a los nuevos puestos de la empresa. Es más, en medida de lo posible, deben exigir a la propia empresa que les incluya en un programa de formación específico para poder ocupar un nuevo lugar dentro de la misma.
Además, junto al auge de los robots en las industrias y la supresión de algunos puestos de empleo, aparece también una necesidad de nuevos perfiles. Así, cada vez son más necesarios los empleados capaces de programar robots, así como los encargados de revisarlos y gestionar sus otras tareas.
Prevención de riesgos físicos
La robótica industrial además de incrementar la rapidez de los procesos y la productividad, conlleva también un aspecto muy importante que suele pasar desapercibido. La incorporación de robots a los sistemas productivos permite sustituir la mano de obra en aquellas tareas donde existe un riesgo físico para el trabajador. Toda actividad que suponga exponerse a algún peligro puede ser llevada a cabo por un robot. De esta forma, se consigue reducir la tasa de accidentes laborales. Asimismo, todas las tareas repetitivas, tediosas y aburridas son sustituidas por brazos mecánicos u otros productos robóticos. De esta manera, los trabajadores humanos pueden dedicar sus horas a tareas más cualificadas y menos mecánicas.
Ahora que ya sabéis todas las aportaciones de la robótica y la automatización en el sector industrial, os toca formar vuestra propia opinión. ¿Es realmente negativa la introducción de androides en las empresas o es, en cambio, una puerta a un nuevo panorama lleno de posibilidades?
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