En líneas generales, la domótica consiste en automatizar el control de los diferentes mecanismos de un inmueble mediante los llamados sistemas domóticos. Estos están diseñados para comunicarse entre sí de acuerdo con las indicaciones de un programa que previamente hemos establecido. ¿Te apasiona este ámbito? No te pierdas la oportunidad de formarte con nosotros a través del curso de robótica online que tenemos disponible.
Índice de contenidos
Origen y evolución de la domótica
No es fácil citar un momento exacto como inicio de esta tecnología. Sin embargo, podemos decirte que al comenzar la década de los 70 se hicieron los primeros «pinitos» en automatismos. Con ellos fue que pudo lograrse un cierto control sobre los edificios. No obstante, aquello no pasó como una mera experiencia de prueba, sino como la antesala de lo que vendría después.
En la siguiente década, en los ochenta, surgieron los primeros sistemas integrados dentro del ámbito de los hogares. Ello dio origen a la acción combinada sobre los mecanismos eléctricos y los electrónicos. Estos últimos aún en fase incipiente de desarrollo.
Te interesará saber que el programa domótico pionero fue el Save, diseñado en Estados Unidos a mediados de los 80. Hizo posible introducir, tanto en edificios como en viviendas particulares, el sistema de cableado estructurado representado por los conectores de terminales y redes.
Actualmente, los servicios domóticos hacen gala de una extraordinaria precisión, con un mercado llamativamente rico.
Tipos de sistemas domóticos
Empezaremos clasificándolos por su configuración, destacan dos tipos:
– Centralizados: un núcleo capta la información, la elabora y lanza órdenes de acción a los dispositivos que componen la instalación. Funcionan como una red personalizable que controla todos los dispositivos a la vez. Su principal ventaja es poder configurar sus distintas funciones a tu medida.
– Descentralizados: cada dispositivo es independiente, sin haber sistema central que controle entradas, proceso y salidas. Interesa en un sistema con funciones elementales, encajando también cuando hay distintos sistemas repartidos por una edificación, ya que conviene programarlos por separado. Son especialmente útiles cuando hay en curso reformas en la construcción. Con este tipo solo es necesario alterar una parte de las instalaciones para efectuar las modificaciones precisas. Además, la independencia de las distintas unidades evita que el fallo de una salpique al resto.
A continuación, vamos a describir los diferentes sistemas domóticos según su funcionalidad. Te hablaremos, entre otros, de pasarela residencial, sensores, actuadores y aparatos electrónicos y de electrodomésticos intercomunicados.
La pasarela residencial
Este es el dispositivo que delimita las redes de acceso externas e internas en un inmueble inteligente. Te preguntarás: ¿cuál es su razón de ser? No es otra que hacer converger la multiplicidad de tecnologías de comunicaciones domésticas. Ten presente que en un hogar que pudiéramos llamar convencional coexisten conexiones de banda ancha, diversos ordenadores y variados dispositivos electrónicos y electrodomésticos. Y para exprimir todo su potencial es necesario tenerlos en red.
Para lograr su objetivo, la pasarela desarrolla las siguientes funciones:
- Adapta los protocolos utilizados por los diferentes dispositivos que tengas.
- Gestiona los dispositivos internos de forma local o remota.
- Administra la seguridad de las comunicaciones.
- Supervisa el funcionamiento de todas las redes.
El sistema de control centralizado
Cerebro electrónico que, alimentado por red eléctrica, recoge la información captada por los sensores repartidos por los puntos de control de la vivienda. También la procesa y lanza las órdenes para su ejecución. Cuando en la vivienda existe una pasarela, en lugar de conectarse a las redes telefónicas y de datos, es esta la que actúa como intermediaria.
Desde este sistema puedes programar y controlar todos los sensores y actuadores.
Los sensores
Recogen información de los parámetros controlados (temperatura, escape de agua, suficiente luz solar…) y la dirigen al sistema de control centralizado.
Hay gran variedad de ellos: termostatos, detectores de gas, humo y calor, sensores magnéticos, de presencia, de inundación (en sótanos o bodegas), de luz, de velocidad del viento y de monóxido de carbono en garajes.
Los actuadores
Son utilizados por el sistema de control centralizado para modificar el estado de los equipos (aumento o disminución de la calefacción o el aire acondicionado, corte del suministro de gas o agua, envío de una alarma a una centralita de seguridad…). Pueden estar integrados con los sensores.
Entre los más frecuentes están las electroválvulas para corte de suministros, las válvulas que zonifican la calefacción, las sirenas, los motores de persianas, los toldos y las cortinas, entre otros.
Los electrodomésticos inteligentes
Están interconectados a través de la red de control y la pasarela, pudiendo intercambiarse información o ser controlados por teléfono o por Internet.
Su alta eficiencia, baja sonoridad y reducido consumo los convierten en idóneos. Están, por ejemplo, los que funcionan con gas natural o los bitérmicos, que permiten que el agua caliente acceda directamente desde el calentador de la caldera.
Los aparatos electrónicos inteligentes
Paulatinamente están incorporando funciones de transferencia de información (vídeos, fotos o música).
Aplicaciones y usos de la domótica
Podemos ordenar los ámbitos de aplicación que tiene asignados la domótica en las modalidades que siguen.
Gestión energética
Es una de las principales aplicaciones de los sistemas domóticos, con los siguientes objetivos:
- Ahorro energético: evitar despilfarro de energía por mal uso de instalaciones y equipos.
- Eficiencia energética: optimizar el consumo de energía.
- Generación energética: controlar los mecanismos productores de energía.
Confort
Los sistemas domóticos permiten que las tareas repetitivas se desarrollen automáticamente y se adapten a tus necesidades.
Seguridad
Consiste en proporcionar capacidad de prevención y de detección. Se basa en dominar el estado de puertas, ventanas y sensores dentro y fuera de la vivienda.
Comunicación
Sin esta aplicación sería imposible conocer ese estado y controlar los sistemas remotamente.
Accesibilidad
Con ella se busca facilidad para el tránsito, la manipulación, la localización y la comunicación. Un ejemplo lo constituyen los sistemas de acción por voz.
Ventajas de la domótica
De las aludidas aplicaciones de los sistemas domóticos habrás deducido algunas ventajas de contar con ellos:
- Manejar la gestión del 70 % del consumo energético.
- Detectar incendios, intrusos, fugas o escapes.
- Establecer el reconocimiento de voz o movimientos como canal de comunicación.
- Programar múltiples tareas, como cierre automático de persianas.
- Y no podemos ignorar la teleasistencia. Con sensores que monitorizan nuestros hábitos de vida, podemos canalizar los parámetros medidos a un servidor central controlado por técnicos sanitarios.
Como ves, la implantación de los servicios domóticos persigue una accesibilidad y un control globales. Su fin, adecuar los instrumentos con los que compartimos la cotidianeidad a nuestras necesidades y expectativas.