Un gestor de proyectos tiene un papel clave en el desarrollo de los planes que dirigen la actividad de las empresas. Asume la responsabilidad máxima en el diseño y ejecución de cualquier proyecto. Por lo tanto, ocupa la primera línea de acción en la consecución de objetivos para una organización industrial o comercial. Si te interesa formarte en este ámbito, no te pierdas nuestro máster en project manager.
Este profesional también ejerce una labor profesional determinante en algunos sectores económicos. Podemos citar aquí las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el desarrollo de software, la ingeniería de obras públicas y la industria manufacturera.
Si sientes interés por conocer las tareas realizadas en esta profesión este post es para ti. Estarás en condiciones de señalar los pasos a dar para adquirir unas competencias muy valoradas por el mercado laboral.
Índice de contenidos
Las tareas de un gestor de proyectos
El abanico de actividades en las que se involucra un gestor de proyectos es muy variado y de difícil categorización. Eso sí, siempre lo vas a ver próximo a los siguientes términos relacionados:
- Equipo profesional. La gestión de proyectos no es una actividad compatible con el aislamiento individual. Obliga a una relación y colaboración intensa, tanto con los miembros del propio equipo de desarrollo como con otros integrantes de la organización. Las reuniones de trabajo, las entrevistas y comunicación permanente forman parte indiscutible de las tareas diarias.
- Objetivos empresariales. El cierre y perfección de un proyecto alcanza su grado máximo cuando se establecen los objetivos. Son los elementos fundamentales con los que se trabaja. Además, deben orientar al resto de los factores productivos de la organización. También ofrecen la medida justa para reconocer una gestión óptima o un fracaso.
- Flexibilidad y adaptación constante. Las dificultades que van surgiendo en el ciclo de vida de un proyecto acostumbran a tener una naturaleza imprevisible. Esta falta de información adelantada a menudo fuerza a tomar decisiones rápidas y contundentes.
- Creación de valor. La gestión eficiente de proyectos tiene una traducción económica inmediata en rentabilidad. Dicho de otro modo, el balance contable positivo manifiesta la existencia de una satisfactoria gestión de proyectos.
En una clasificación simple de las misiones habitualmente encomendadas hay que señalar las siguientes:
- Elaboración de planes y programas de actuación.
- Coordinación del trabajo en equipo.
- Implicación activa y crítica en la toma de decisiones.
- Documentar y realizar informes sobre los resultados del proyecto.
- Emprender acciones que signifiquen una reducción de costes.
- Hacer estudios, previsiones y planes de contingencia frente a riesgos.
Habilidades y aptitudes empleadas por un gestor de proyectos
Cuando observas las tareas más comunes emprendidas desde una profesión es fácil determinar las habilidades que les corresponden. Por esto para un gestor de proyectos no hay problema en ver oportunidades para las personas sistemáticas. También para aquellas que tienen dotes de liderazgo y comunicación.
Si hacemos un análisis de los perfiles buscados para estos cometidos, apreciamos las siguientes características reiteradamente demandadas:
1. Habilidades de liderazgo y dinamización de equipos. Estas intervienen en desarrollar tareas complejas que exijan la coordinación de un grupo de profesionales. De la forma de conducir o dirigir estos esfuerzos de colaboración depende que se logren las metas marcadas.
2. Capacidad de planificación y control sobre acciones encaminadas a la consecución de objetivos. Es el seguimiento de la idoneidad de las acciones emprendidas y proponer alternativas ante los resultados insuficientes. En estas tareas se emplea un porcentaje significativo del tiempo disponible.
3. Responsabilidad y rigor en la aplicación de criterios de actuación. Se da en este aspecto un equilibrio entre aptitudes y conocimientos. La experiencia termina por conseguir un productivo equilibrio entre estos recursos.
4. Capacidad de adaptación frente a circunstancias especiales o adversas. Cualidad indispensable en las organizaciones empresariales pero, más si cabe, en los departamentos con mayor iniciativa para actuar.
5. Resilicencia y perseverancia frente a las dificultades. Cuando las incidencias adversas se acumulan hay que resistir y procurar las soluciones ordenando en el tiempo su aplicación.
6. Empatía y habilidades sociales. Son básicas para convencer, colaborar y dar cuenta de las acciones emprendidas.
7. Compromiso con las directrices marcadas por la gerencia. Se trata de la lealtad elemental hacia la dirección y los administradores de la organización.
8. Habilidades para trabajar en entornos de incertidumbre. La información muchas veces no es completa. Ante estos escenarios no cabe la abstención en la acción.
Formación y desarrollo curricular de la profesión
La formación requerida para un gestor de proyectos se enmarca en un nivel superior. Aquí tienes un pequeño resumen de los conocimientos que puedes encontrar en la programación de nuestro máster:
1. Diseño y gestión de proyectos. Forman el núcleo fundamental de temas aplicados en ejercicio profesional. Básicamente tratan de los conceptos involucrados en un proyecto. También en el diseño y la ejecución de planes o programas de actuación.
2. Metodologías de la innovación para encargados de proyectos. Son temas relacionados con la dinámica de grupos, la creación colectiva de medidas resolutivas y la formación de equipos eficientes.
3. Normativas legales implicadas en las actividades de un líder de proyecto. El marco social y legal de la actividad empresarial debe acompañar el ejercicio profesional desde sus bases. Los asuntos relacionados con aspectos legales de la contratación de personal y sobre las tecnologías de la información interesan de modo destacado.
4. Conocimientos financieros y de gestión de recursos humanos. La autonomía de los equipos gestores de proyectos requiere que dispongan y administren sus propios recursos.
5. Capacitación para las funciones directivas. Conforman los conocimientos necesarios para dirigir las acciones de un equipo responsable de un proyecto hacia objetivos concretos y medibles.
Como conclusión, un gestor de proyectos ocupa un puesto privilegiado en las empresas actuales. La versatilidad, polivalencia y profundidad de una buena formación en este campo suelen ser muy bien recompensadas. Añade un complemento valioso a las personas con inquietudes por explorar lo desconocido. Las que tienen la capacidad natural de abrir para los demás nuevos horizontes y caminos.